Durante el invierno, mantener un sistema inmune fuerte es clave para evitar resfríos y otras infecciones respiratorias. Una de las formas más efectivas de lograrlo es a través de la alimentación. Elegir el alimento correcto puede marcar la diferencia en la salud general y reforzar las defensas del organismo de manera natural y sostenible.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta rica en micronutrientes, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios es fundamental para mantener el sistema inmunológico fuerte, especialmente en invierno.
Diversas investigaciones científicas señalan que la incorporación de ciertos alimentos naturales puede mejorar la respuesta inmunitaria del organismo. Nutrientes como la vitamina C, el zinc, el selenio y compuestos antioxidantes como los flavonoides ayudan a reducir la frecuencia, duración e intensidad de los resfríos comunes.
Un artículo publicado en la revista Nutrients (2020) afirma que una dieta rica en frutas, verduras y especias funcionales no solo mejora la salud general, sino que además reduce la inflamación crónica, uno de los factores que debilitan el sistema inmunológico.
Además, los especialistas de la Escuela de Medicina de Harvard explican que no se trata de buscar soluciones mágicas, sino de incorporar alimentos con evidencia científica que respalden su efecto protector.
El superalimento natural que muchos pasan por alto
Entre esos alimentos, uno destaca por sus propiedades inmunológicas comprobadas: el jengibre. Esta raíz, utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional, contiene compuestos activos como los gingeroles y shogaoles, con reconocidos efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos.
Un estudio de la National Library of Medicine sostiene que el consumo regular de jengibre puede estimular la producción de células inmunitarias como los linfocitos T y los macrófagos, fundamentales para combatir infecciones. También mejora la circulación sanguínea, lo que potencia la distribución de defensas a través del cuerpo.
Otra investigación publicada en International Journal of Preventive Medicine demostró que el jengibre ayuda a prevenir infecciones respiratorias, reducir los síntomas de la gripe y mejorar la recuperación en casos de resfrío.
Cómo incorporar este alimento a tu rutina diaria
El jengibre fresco puede consumirse rallado en infusiones, caldos, sopas o incluso en licuados. También existen presentaciones en polvo o cápsulas, aunque su forma natural conserva mejor sus principios activos. Una infusión diaria con limón y miel es una de las combinaciones más recomendadas para fortalecer el sistema inmune.
Además de sumar alimentos funcionales como el jengibre, se sugiere mantener una alimentación variada y equilibrada, descansar bien, hidratarse adecuadamente y evitar el sedentarismo.
En invierno, cuidar el sistema inmune es clave, y la naturaleza ofrece aliados potentes para lograrlo. A veces, la mejor medicina está en lo que ponemos cada día en el plato.