En el universo del Feng Shui, cada objeto dentro del hogar tiene un propósito energético. La escoba, símbolo de limpieza y renovación, es una de las herramientas más poderosas para eliminar las malas energías acumuladas. No se trata solo de barrer el polvo físico, sino de mantener un flujo equilibrado de energía vital o chi en los espacios donde vivimos.
De acuerdo con esta filosofía milenaria, la manera en que se guarda o coloca una escoba puede influir directamente en el bienestar general. Por eso, su ubicación dentro de la casa debe ser elegida con cuidado, evitando zonas que puedan bloquear el paso de la energía positiva.
Dónde colocar la escoba para mantener la armonía
Los expertos en Feng Shui recomiendan guardar la escoba en un sitio discreto y apartado, como un armario de limpieza o una despensa. Es importante evitar dejarla a la vista o en zonas de paso como el living o la entrada principal, ya que eso puede dispersar la energía positiva.
Además, se aconseja colocarla en posición vertical, con las cerdas hacia abajo, para evitar que absorba vibraciones negativas. Sin embargo, algunas corrientes sostienen que si se la ubica con las cerdas hacia arriba, puede actuar como un escudo protector del hogar.
Rituales y simbolismo
El Feng Shui también invita a potenciar la energía protectora de la escoba mediante pequeños rituales. Uno de los más comunes es atarle una cinta roja o colocar cuarzos cerca de ella, elementos que refuerzan su capacidad de resguardo.
En definitiva, mantener la escoba limpia, bien ubicada y cargada de intención positiva ayuda a que la energía fluya de manera equilibrada. Este gesto sencillo puede marcar la diferencia en la armonía del hogar, transformando un objeto cotidiano en un poderoso símbolo de protección y equilibrio energético.