En los últimos días, científicos de todo el mundo se han visto sorprendidos por un fenómeno extraño en la Antártida. Un glaciar ubicado en la región, conocido como Kohler East, ha comenzado a mostrar un comportamiento inusual.
Un glaciar de la Antártida ha comenzado a mostrar un comportamiento sorprendente que podría alterar el equilibrio de los ecosistemas y el hielo global.
En los últimos días, científicos de todo el mundo se han visto sorprendidos por un fenómeno extraño en la Antártida. Un glaciar ubicado en la región, conocido como Kohler East, ha comenzado a mostrar un comportamiento inusual.
En lugar de avanzar o retroceder como otros glaciares, este parece estar interactuando con sus vecinos de una manera inesperada. Este descubrimiento ha despertado preocupaciones sobre el impacto que podría tener en el ecosistema global, especialmente en lo que respecta al hielo de la región.
El glaciar Kohler East ha sido apodado el “glaciar pirata” por los investigadores debido a su capacidad para “robar” hielo de otros glaciares cercanos. Este fenómeno ha llamado la atención de un equipo de científicos de la Universidad de Leeds, quienes, respaldados por imágenes satelitales del satélite Sentinel-1 de la ESA, han logrado analizar el comportamiento del glaciar en los últimos años. Según los datos obtenidos, el glaciar comenzó a mostrar este comportamiento desde hace 17 años.
En un estudio reciente, los investigadores observaron que el glaciar Kohler East había cambiado su ruta y acelerado su movimiento, con un aumento de más de 700 metros por año en su avance. Este cambio en su trayectoria lo ha llevado a cruzarse con el glaciar Kohler West, que se mueve a un ritmo más lento. Ahora, el glaciar Kohler West está siendo arrastrado por la fuerza del flujo del Kohler East, lo que ha causado una serie de reacciones en cadena.
Este extraño comportamiento de los glaciares en la Antártida ha dejado a los expertos tratando de comprender las causas subyacentes. Se cree que la combinación entre el adelgazamiento del hielo y el aumento en la velocidad del flujo del glaciar podría estar contribuyendo a este fenómeno. El glaciar Kohler East, en particular, ha experimentado un adelgazamiento rápido en los últimos años, lo que ha creado una pendiente más empinada que podría estar favoreciendo el desvío del hielo de los glaciares vecinos.
Este descubrimiento pone de manifiesto la necesidad de un monitoreo continuo de la región, ya que los comportamientos inusuales de los glaciares podrían tener un impacto profundo en el aumento del nivel del mar y los ecosistemas globales. Sin duda, el estudio de estos glaciares en la Antártida es más crucial que nunca.