Detectar los signos del envejecimiento en los gatos es esencial para ajustar su dieta, prevenir enfermedades y garantizar su bienestar. Especialistas de centros veterinarios internacionales destacan que una atención temprana y controles periódicos permiten mejorar la calidad y esperanza de vida de los felinos mayores.
La edad de un gato puede estimarse observando su dentadura, el estado del pelaje, la piel y la claridad de los ojos. Los gatos jóvenes suelen tener dientes blancos e intactos, mientras que los mayores presentan desgaste, sarro o piezas ausentes. Según el Cornell Feline Health Center, la mayoría vive entre 10 y 15 años, aunque algunos alcanzan los 20 o más.
Entre las señales más evidentes del envejecimiento se encuentran la reducción de la actividad, el sueño prolongado y el desinterés por los juegos. También pueden aparecer cambios de conducta, como irritabilidad, ansiedad o aislamiento, así como un aumento de los maullidos o comportamientos compulsivos. Los veterinarios advierten que la pérdida o el aumento repentino de peso son señales de alerta vinculadas a trastornos metabólicos o renales.
El deterioro dental es otro indicador frecuente: mal aliento, dificultad para masticar o preferencia por alimentos blandos suelen evidenciar molestias bucales. Además, pueden surgir problemas oculares como cataratas o glaucoma, junto con pérdida de audición. En cuanto al pelaje, es común observar tonos grisáceos, piel seca o zonas con caída localizada.
Gatos
El estado del pelaje y la piel puede revelar el inicio de la vejez en gatos domésticos
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Los cuidados clave para gatos longevos y saludables
Con el paso del tiempo, los gatos también experimentan modificaciones cognitivas. La desorientación, el insomnio y los olvidos forman parte del llamado síndrome de disfunción cognitiva, comparable a la demencia humana. Ante estos signos, los veterinarios recomiendan realizar controles periódicos para detectar enfermedades y adaptar los cuidados a cada etapa.
La alimentación cumple un papel esencial: los especialistas aconsejan dietas con menos calorías, proteínas de alta calidad y bajo contenido de fósforo y sodio para proteger la función renal. Asimismo, destacan la importancia de ofrecer agua fresca y alimentos húmedos para evitar la deshidratación.
En síntesis, el envejecimiento felino no solo modifica el cuerpo del animal, sino también su conducta y sus necesidades nutricionales. La observación atenta y el acompañamiento veterinario permiten que los gatos vivan más y mejor durante su etapa senior.