Un reciente estudio de la Universidad de Tufts (EE.UU.) reveló que el consumo de café negro, sin azúcar ni grasas saturadas, se asocia a un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa. El análisis, publicado en The Journal of Nutrition, examinó los hábitos de más de 46.000 adultos durante casi 20 años, vinculando sus consumos con datos nacionales de defunciones.
Los investigadores concluyeron que tomar una a tres tazas de café con cafeína por día podría reducir entre un 16 % y un 17 % el riesgo de muerte, especialmente por enfermedades cardiovasculares. En cambio, este beneficio desaparece al añadir grandes cantidades de crema, leche entera o azúcar.
Café
Para adultos sanos, la cantidad recomendada de cafeína diaria es de hasta 400 mg.
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“El café contiene compuestos bioactivos que podrían ofrecer protección contra el daño celular y mejorar el metabolismo”, señalaron los autores. No obstante, advirtieron que agregar edulcorantes o grasas puede anular estos efectos positivos.
Cuánto café se debería tomar por día
El estudio encontró que los mayores beneficios estaban en quienes bebían café con menos de 2,5 gramos de azúcar por taza (media cucharadita) y no más de 1 gramo de grasa saturada (equivalente a cinco cucharadas de leche al 2 %).
En paralelo, una revisión científica de la Universidad de Coimbra, Portugal, publicada en 2024, respaldó estos hallazgos. Allí, se indicó que consumir de dos a tres tazas diarias podría reducir hasta un 17 % el riesgo de mortalidad, sobre todo en personas mayores.
Café
Consumir entre una y tres tazas de café con cafeína al día se asoció con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa, aunque no se comprobó una relación causal directa.
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Ambos estudios coinciden en que el café puede ser parte de una dieta saludable, pero su efecto depende del modo de preparación. Las autoridades sanitarias como la EFSA y la FDA recomiendan un consumo moderado: entre tres y cinco tazas al día (hasta 400 mg de cafeína).
Sin embargo, advierten precaución en embarazadas o personas con trastornos del sueño, ansiedad o hipertensión. Por lo tanto, si bien la cafeína puede integrarse a una alimentación balanceada, consumirla en exceso puede provocar efectos negativos. Por eso, se aconseja moderación, especialmente en personas con presión alta, ansiedad o dificultades para dormir.