Lo que antes parecía ciencia ficción hoy es una realidad en los laboratorios. La empresa Colossal Biosciences reveló que ya completó el 99,9% de su plan para la reconstrucción del genoma del Tigre de Tasmania, un carnívoro que se extinguió en 1936.
Después de lograr el regreso de los "lobos terribles" y generar debate, los científicos elaboran un plan para "resucitar" otras especies extintas.
Lo que antes parecía ciencia ficción hoy es una realidad en los laboratorios. La empresa Colossal Biosciences reveló que ya completó el 99,9% de su plan para la reconstrucción del genoma del Tigre de Tasmania, un carnívoro que se extinguió en 1936.
Este avance pone a la ciencia a solo un 0,1% de "revivir" al animal mediante ingeniería genética, con la esperanza de que los primeros ejemplares nazcan en menos de diez años.
Si bien en Jurassic Park las cosas no salieron bien, hay buenas razones para traer de vuelta a un depredador. La respuesta está en las cascadas tróficas. Los grandes carnívoros son los "arquitectos" de la naturaleza: su sola presencia controla a los herbívoros y permite que la vegetación se recupere.
El caso místico de Yellowstone es el mejor ejemplo: tras reintroducir lobos en los 90, los bosques de sauces y álamos volvieron a brotar porque los ciervos dejaron de sobrepastorear las orillas de los ríos.
Sin embargo, el regreso de estos "reyes" no está libre de polémica. En Colorado, la reciente reintroducción de lobos cumplió un año enfrentando a rancheros con conservacionistas por ataques al ganado.
La clave para el futuro es la coexistencia. Expertos aseguran que para que estos proyectos funcionen, la gente que comparte el territorio debe sentir que los beneficios (como el ecoturismo o la salud del suelo) superan los riesgos de vivir con un vecino peligroso.
Otro depredador que da debate es el gato montés, que fue reintroducido en Inglaterra después de un siglo de ausencia. Algo similar también ocurre en España, donde el lince ibérico acaba de marcar un hito con su presencia en el norte peninsular tras medio siglo de desaparición.