¿Hay algo mejor que el mate de la tarde acompañado de unas galletitas caseras? Estas galletitas de avena son perfectas: dulces, crujientes y muy fáciles de hacer.
¿Hay algo mejor que el mate de la tarde acompañado de unas galletitas caseras? Estas galletitas de avena son perfectas: dulces, crujientes y muy fáciles de hacer.
Con pocos ingredientes, podés preparar una receta ideal para compartir en familia o disfrutar solo. Además, lo mejor es que no necesitás nada raro, porque seguro ya tenés todo en tu cocina.
Antes de arrancar, asegurate de tener estos ingredientes:
1. Mezclá todos los ingredientes
En un bol, combiná la avena, la harina, el azúcar, la levadura, la canela y la pizca de sal. Luego, agregá el huevo y el aceite de girasol. Mezclá todo hasta obtener una masa homogénea. Si tenés un robot de cocina, podés usarlo para facilitar el trabajo, pero también podés hacerlo a mano con una espátula o cuchara de madera.
2. Formá las galletitas
Forrá una bandeja para horno con papel manteca o vegetal. Con las manos, armá bolitas de masa, del tamaño que prefieras, y aplastalas para darles forma de galleta. El truco para que queden bien crujientes es no hacerlas muy gruesas.
3. Horneá las galletitas
Precalentá el horno a 200 °C con calor arriba y abajo (si tu horno tiene ventilador, mejor). Horneá las galletitas durante 10 minutos, o hasta que estén doraditas. Ojo, no te pases con el tiempo porque podrían quedar demasiado duras.
4. Dejalas enfriar
Una vez que las saques del horno, dejalas enfriar completamente sobre una rejilla. Esto va a ayudar a que queden bien crujientes. Cuando estén listas, guardalas en un recipiente hermético para que mantengan su textura.