Se confirmó esta noche la renuncia de Roberto Fiochi como presidente del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA). La obra social de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) enfrenta una profunda crisis financiera.
Tras la renuncia Roberto Fiochi, un funcionario mendocino cercano al ministro Luis Petri, otra mendocina ocupará su lugar: Betina Surballe, quien se encontraba al frente del IAF.
Se confirmó esta noche la renuncia de Roberto Fiochi como presidente del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA). La obra social de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) enfrenta una profunda crisis financiera.
Fiochi será reemplazado por Betina Surballe, también mendocina pero que estaba al frente del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones (IAF). La salida de Fiochi se enmarca en una serie de renuncias en la cúpula del organismo: semanas atrás dejaron sus cargos la gerente general, Carolina Podlesker, y la directora de Transparencia, Lucila Pagani, tras la revelación de una deuda que en abril alcanzaba los $115.000 millones.
El impacto económico de esta crisis no es menor: la deuda actual se estimaba en más de $120.000 millones, cifra que quintuplicó los niveles esperados en 2024 y puso en jaque la continuidad de prestaciones médicas para más de 550.000 afiliados. El expresidente de IOSFA había cuestionado públicamente el diagnóstico financiero previo, llegando a advertir que “si presento ese informe el ministro me echa a patadas…” durante una reunión, lo que expone la tensión interna que desembocó en su salida.
Según destacan medios nacionales, la designación de Surballe se presenta como una estrategia para estabilizar la obra social ante la magnitud de los pasivos acumulados. Su experiencia en el IAF será clave para intentar reordenar la deuda y asegurar la prestación de servicios a los beneficiarios del sistema.