Finalmente, el Gobierno echó a dos funcionarios demarchistas y explotó La Unión Mendocina

La disputa electoral en Mendoza llegó a niveles del Poder Ejecutivo, particularmente a los puestos de algunos funcionarios que pertenecen al espacio de Omar De Marchi -hoy en La Unión Mendocina y enfrentado al oficialismo-, y que supo estar en los últimos 7 años en el frente Cambia Mendoza.

En su edición de este martes, Los Andes informó sobre la situación de algunos funcionarios que provenían del espacio del diputado nacional lujanino, y de la inminente posibilidad de que fueran desplazados.

Un caso fue el de uno de los directores del IPV, Jaime Grimalt, quien dijo a Los Andes que seguía en su puesto y que no pensaba dar un paso al costado. Sin embargo, el Gobierno, pese a que este medio realizó todo tipo de consultas al IPV, Infraestructura y al Gobierno Provincial, no confirmó que ya había tomado la decisión de echarlo.

El decreto de despido de Grimalt es el 1007 y si bien fue firmado el 19 de mayo, aún no había sido publicado en el Boletín Oficial. El artículo 1 de la norma deja sin efecto la designación de Jaime Grimalt en el cargo de vocal en el directorio del IPV.

Un dato: el breve decreto no refleja algún tipo de justificación o fundamentación de la desvinculación del funcionario demarchista, pero ya estaba prevista su salida en términos políticos, teniendo en cuenta que se trataba de un dirigente de confianza que tenía De Marchi en el IPV.

La otra persona desvinculada es Marcela Gazali, que pertenecía a la Sociedad de Transporte Mendoza (STM) en el cargo de síndico y que también el Gobierno resolvió su desvinculación.

“La decisión ya está tomada, sólo resta terminar de ver el proceso de desvinculación”, confiaron desde el Gobierno Provincial. Con respecto a las justificaciones, expresaron que Gazali “decidió ser precandidata de un frente opositor junto a De Marchi”; mientras que con Grimalt, fundamentaron que “es una persona que puso De Marchi en un acuerdo con el radicalismo. Pero el acuerdo es con el Pro, por eso quedará para el espacio, pero el que se quedó en Cambia Mendoza”, acotaron.

Al margen de estas declaraciones, no está aún decidido si el nuevo director que se elija saldrá directamente del Pro frentista. “Tenemos varias opciones”, remarcaron.

En tanto, otro dirigente del demarchismo es Juan Cruz Cardoso, que actualmente es director del departamento de Asuntos Jurídicos en la STM. En este caso, marcaron desde el Poder Ejecutivo que hay una diferencia con la situación de Gazali: “Cardoso presentó la renuncia a Natalio Mema, (secretario de Servicios Públicos) pero no la han tratado todavía. Tuvo un gesto que por el momento fue bien tomado por el Gobierno”, acotaron a este medio.

En el caso de Cardoso, es un abogado que pertenece al espacio del legislador del Pro -demarchista- Germán Vicchi y es más un cuadro técnico que político. “Cardoso decidió continuar apoyando y trabajando con esta gestión. Por eso seguirá en el puesto”, remarcaron desde el Poder Ejecutivo a Los Andes.

Grimalt: “Me pidieron que hiciera declaraciones a favor de Cambia Mendoza”

Los Andes dialogó con el recientemente echado Jaime Grimalt, quien dijo que este martes por la mañana fue notificado del decreto de desvinculación. No obstante, aclaró que minutos antes de recibir el decreto de despido, lo llamaron para solicitarle “que hiciera declaraciones a favor de Cambia Mendoza”.

“Tuve una llamada previa con un funcionario, que me pidió que yo diera un paso al frente y que declarara que me quedaba en el frente Cambia Mendoza. Yo les expliqué que no tengo que dar explicaciones de lo que pienso, que mis amigos son los que tengo (ndr: en relación a De Marchi, a quien conoce de hace 20 años) y que estaba ya muy grande para traicionar. Mi intención siempre ha sido ser evaluado por mi trabajo, no por mi pensamiento político ni por quién podría votar o no”, expresó el hoy exfuncionario a Los Andes.

En este sentido, agregó que casi una hora después llegó al IPV un notificador, con el decreto en la mano. “Esto generó mucho revuelo. Tuve varias comunicaciones y gente conmovida por la situación”, aseguró.

Además añadió que lo despidieron “no por ser incompetente en el cargo, sino por ser amigo de De Marchi”, y apuntó, en vez del gobernador Rodolfo Suárez, a Alfredo Cornejo, el precandidato a la gobernación.

“No tengo dudas que Cornejo fue quien tomó la decisión. Esto marca un modo que es tremendamente perverso para la política, porque si hacés la comparación con otros funcionarios, ellos se quedaron porque están políticamente alineados; y yo me tengo que ir porque no estoy alineado políticamente. no cuestiono al resto, pero acá parece que no importa si trabajás bien o mal, sólo si estás o no alineado”. agregó.

Desde el Gobierno, mientras tanto, negaron la acusación de Grimalt sobre el senador nacional, y marcaron que la decisión fue tomada “por el Poder Ejecutivo”.

Grimalt también expresó que se trata de una medida “autoritaria y fundamentalista”, y más allá de todo, sostuvo que “no se trata lo que han hecho conmigo, sino le mensaje que se transmite a los demás, que es disciplinar”.

Por otro lado, desde Infraestructura y el IPV evitaron dar declaraciones.

La Unión Mendocina estalló contra la UCR

Uno de los primeros en salir a criticar las medidas del Gobierno provincial fue Álvaro Martínez, diputado nacional y quien fue hasta hace poco tiempo el presidente del Pro en Mendoza (hoy está intervenido).

“De esto se trata el cambio. Acá sos sumiso o rebelde, doméstico o te vas. Se creen los dueños del patrimonio mendocino. Tal es la impunidad que confunden lo público con lo privado. No importa si sos bueno o malo en tu función, importa si sos obsecuente”

También sostuvo que hubo “violencia de género y política” sobre Gazali. ”Ella es la síndico de la STM, es decir, persiguen a quién los controla y así buscan obtener su renuncia”.

Otro de los que habló en duros términos contra el Gobierno fue Hugo Laricchia, precandidato a intendente de la Capital: “Esto señores es persecución política, no les interesan capacidades ni trabajo bien hecho. Solo les interesa la sumisión y la indignidad de ser lamebotas”.