El Senado rechazó hoy el veto presidencial al proyecto de distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y asestó otro revés al gobierno de Javier Milei, que continúa acumulando derrotas en el Congreso.
La oposición consiguió quórum y aprobó la medida por 59 votos positivos frente 9 negativos y 3 abstenciones. La definición ahora queda en manos de la Cámara de Diputados.
El Senado rechazó hoy el veto presidencial al proyecto de distribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y asestó otro revés al gobierno de Javier Milei, que continúa acumulando derrotas en el Congreso.
Fue por 59 votos afirmativos, 9 negativos y 3 abstenciones, en una abrumadora mayoría que se conformó con votos de la totalidad del interbloque peronista, parte de la UCR, el PRO y otros representantes provinciales.
El sostenimiento del veto fue apoyado no solo por los libertarios sino también por los senadores del PRO Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero y Francisco Paoltroni.
Tras haber roto lazos con los gobernadores a fines de junio pasado y la derrota electoral del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno había vuelto a tender puentes con ese sector en los últimos días, aunque la suerte ya estaba echada en la Cámara alta.
En el horizonte emerge la Cámara de Diputados, que se avizora como el lugar de negociación entre las provincias y la Casa Rosada, al ser es un territorio menos hostil para el presidente Javier Milei, aun pese a haber cosechado derrotas en los últimos meses y alguna victoria pírrica como el sostenimiento del veto a la reforma jubilatoria.
También es un terreno en el que los mandatarios provinciales pueden esconder mejor sus cartas tanto para apoyos como para rechazos o ausencias.
Un llamado de atención para la Casa Rosada es que el rechazo al veto en el Senado de este jueves cosechó más adhesiones que la media sanción del pasado 10 de julio, cuando el cuerpo legislativo lo aprobó por 56 votos afirmativos.
La sesión estuvo presidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel e inició pasadas las 11 con un puñado de cuestiones de privilegio que ahondaron en reclamos al Poder Ejecutivo.
El senador radical Maximiliano Abad sostuvo que el veto de Milei “no es un hecho aislado” e indicó que “tiene que ver con una mirada centralista, donde los criterios y las prioridades están invertidas”.
“El Gobierno nacional quiere sostener el equilibrio fiscal a costa de someter a las provincias”, remató.
Por su parte, el senador peronista Daniel Bensusán afirmó que a Milei le falta “compresión de texto o miente” porque, a su criterio, con el veto “el Presidente quiere hacer creer que las provincias” usarán los fondos de ATN para “gastos corrientes”.
“En ninguna ley se cambia el criterio del uso de recursos. Este proyecto no altera el equilibrio fiscal, se distribuye lo que se recauda. Lo que pedimos es la distribución. El Gobierno sigue con mentiras, confundiendo a la sociedad. Déjense de joder y empiecen a gobernar para todos los argentinos”, enfatizó.
La senadora por el Partido de la Justicia Social Beatriz Ávila rememoró el clima “consenso” que había logrado el Gobierno meses atrás y criticó a Milei hasta por su vínculo con Villarruel, al señalar que ese consenso “hoy está quebrado y no por nosotros. El Presidente no habla siquiera con su vicepresidenta”, acotó.
En tanto, el senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau, cargó directamente contra el ministro de Economía, Luis Caputo, al pedirle que deje de “tuitear” y se presente en el Congreso para defender el Presupuesto 2026 que el Gobierno envió el martes pasado.
“Con los fondos que son para emergencias y desequilibrios financieros, el Gobierno ha mirado para el costado. ¿Qué quiere decir esto? Que las provincias se están haciendo cargo de las emergencias y los desequilibrios. Y el Presidente y el Ministerio de Economía están usando la discrecionalidad para no dar la plata”, sintetizó.
El cierre estuvo a cargo del jefe de la bancada libertaria, Ezequiel Atauche, que defendió el veto presidencial como una “herramienta que la usaron todos los presidentes y ahora se empieza a romper”.
“Es el oportunismo político que ven de hacerse de fondos. Esa es la hipocresía que vinimos a desenmascarar. ¿Por qué no se quejaron antes?”, cuestionó.
En la Casa Rosada miran con mayor expectativa a la Cámara de Diputados, donde el oficialismo todavía encuentra márgenes para negociar. Allí, los gobernadores pueden administrar mejor sus votos con apoyos, rechazos o ausencias. El antecedente inmediato fue el veto al paquete jubilatorio, que Milei logró sostener en Diputados aunque con alto costo político.
Cuando se votó la ley de los ATN, hubo 56 votos a favor y solo uno en contra. Sin embargo, varios senadores clave se ausentaron: los mendocinos Rodolfo Suárez y Mariana Juri, el chaqueño Víctor Zimmermann, la entrerriana Stella Maris Olalla, el bonaerense Maximiliano Abad y la cordobesa Carmen Álvarez Rivero.
También faltaron la neuquina Lucila Crexell, el formoseño Francisco Paoltroni y el salteño Juan Carlos Romero, en retirada de la Cámara y con rumores de un futuro en el gabinete nacional.
En Balcarce 50 ya sabían que eran escasas las herramientas para evitar un nuevo revés. Intentaron seducir a senadores que en julio respaldaron la iniciativa, como los misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce o el entrerriano Alfredo De Angeli, pero la falta de operadores políticos con peso propio debilita la estrategia. Meses atrás esas negociaciones estaban en manos de Romero, el radical Eduardo Vischi y el peronista Carlos Espínola.
Desde el Gobierno remarcan que los ATN se cuadruplicaron respecto de 2024 y responsabilizan a los gobernadores por la ruptura de los acuerdos. Según la versión oficial, el vínculo se quebró por pactos incumplidos y “mala política”.
En 2025, Mendoza recibió de Milei apenas $3.000 millones para emergencias. A otros gobernadores aliados de la Casa Rosada les dieron más fondos la semana pasada: $12.500 millones para Misiones, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe.