4 de septiembre de 2025 - 19:33

El Senado aprobó una restricción a los DNU y aumenta la presión sobre el Gobierno

La iniciativa, que ahora pasa a Diputados, establece un plazo de 90 días para que ambas cámaras ratifiquen los decretos; de lo contrario, caerán. El proyecto, impulsado por la oposición, busca modificar la ley de 2006 y limitar una herramienta clave para el oficialismo.

En una sesión que reconfigura el equilibrio de poder entre el Ejecutivo y el Legislativo, el Senado de la Nación aprobó y giró a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que impone límites estrictos al uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).

Con una contundente mayoría de 56 votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones, la oposición logró dar media sanción a una reforma que busca cambiar la "lógica abusiva" de los DNU y restringir la capacidad de cualquier gobierno para legislar sin pasar por el Congreso.

El proyecto modifica la controvertida ley 26.122, impulsada en 2006 por la entonces senadora Cristina Kirchner, que actualmente permite que un DNU se mantenga vigente a menos que sea rechazado por ambas cámaras del Congreso, sin un plazo definido. La nueva propuesta invierte esta lógica por completo.

Cambios clave de la nueva normativa

El texto aprobado introduce modificaciones sustanciales que, de convertirse en ley, representarán el "peor escenario" para un gobierno con minoría parlamentaria. Los puntos más destacados son:

  • Plazo de 90 días y mayoría absoluta: Los DNU tendrán un plazo de 90 días corridos para ser aprobados "con mayoría absoluta" por ambas cámaras del Congreso. Si no logran este respaldo en dicho período, quedarán derogados automáticamente, terminando con el mecanismo de "sanción ficta" por el cual el silencio del Congreso se interpretaba como una aprobación tácita.
  • Rechazo de una sola cámara: A diferencia del régimen actual, el proyecto establece que el rechazo de una sola de las cámaras será suficiente para dejar sin efecto un DNU.
  • Un tema por decreto: Se prohíben los "decretos ómnibus". Cada DNU deberá referirse a un área en particular, evitando así que se mezclen múltiples temas en un solo texto, como ocurrió con el DNU 70/23 del actual gobierno.
  • Prohibición de reiteración: Se establece que el Poder Ejecutivo no podrá emitir un nuevo DNU sobre una materia similar a uno ya rechazado hasta el siguiente período legislativo.
  • Tratamiento en receso: El Congreso estará habilitado para sesionar y tratar un DNU durante el receso de verano, incluso si el Ejecutivo no ha convocado a sesiones extraordinarias.

"Terminar con la pésima costumbre"

Desde los bloques opositores, los senadores defendieron la iniciativa como una necesidad para restaurar la división de poderes y las facultades del Congreso. Alejandra Vigo, del peronismo disidente, afirmó que los DNU "contravienen la idea de separación de poderes" y que la reforma es necesaria para atenuar el presidencialismo. Agregó que la ley vigente (26.122) hace que un DNU tenga "menos requisitos que una ley ordinaria".

En la misma línea, el radical Pablo Blanco celebró que se busque "terminar con la pésima costumbre que varios gobiernos han tenido sobre el uso y abuso de los DNU", apuntando no solo a la gestión actual sino también a las anteriores. La senadora Lucila Crexell recordó que la reforma constitucional de 1994, que buscaba "morigerar el presidencialismo", terminó por "exacerbar el centralismo y presidencialismo autoritario" y que la ley de 2006 "desnaturaliza los principios rectores de la Constitución". Por su parte, Guadalupe Tagliaferri (PRO) enfatizó: "No puede ser más fácil aprobar un DNU que una ley. Y si estaba mal antes, lo está ahora".

La Postura del Oficialismo: "Quieren Quitarle una Herramienta al Presidente"

Desde La Libertad Avanza y sus aliados, la reacción fue de fuerte rechazo. El jefe de la bancada oficialista, Ezequiel Atauche, denunció que la oposición "le quieren quitar al Presidente una herramienta que sirve en un gobierno que tiene minorías parlamentarias muy graves". Aseguró que los DNU fueron utilizados por todos los gobiernos y que ahora se busca "romper al Gobierno".

Carmen Álvarez Rivero (Pro-Córdoba) calificó la iniciativa como parte de un "plan de desestabilización al gobierno de Javier Milei" y exclamó, dirigiéndose al peronismo: "No se bancan que gobierne con las mismas reglas que gobernaron ellos". Juan Carlos Pagotto (La Rioja) también cuestionó la celeridad del debate, afirmando que "justo ahora es cuando molestan" los DNU que todos los gobiernos utilizaron.

El futuro de la ley

La media sanción representa un claro mensaje político de la oposición, que incluye al kirchnerismo, parte de la UCR, el PRO y bloques provinciales. Según fuentes legislativas, la iniciativa fue impulsada por gobernadores para mostrar su poder ante el presidente Milei.

Ahora, la definición queda en manos de la Cámara de Diputados, que actuará como cámara revisora. Esto le otorga al Gobierno un margen de tiempo para negociar o intentar bloquear su sanción definitiva. Sin embargo, si la ley es aprobada, se estima que la Casa Rosada podría vetarla.

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