El IPV entregará a partir de septiembre viviendas con sensores de monóxido de carbono y gas metano

La medida fue dispuesta a través de una resolución del organismo. Las construcciones “sólo recibirán el Certificado Final de Obra y de Habitabilidad si cada unidad habitacional cuenta con estos dispositivos correctamente instalados”, marca la norma.

Viviendas del IPV.
Foto: Orlando Pelichotti
Viviendas del IPV. Foto: Orlando Pelichotti

El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) anunció que entregará a partir de septiembre las casas con sensores de detección dual de monóxido de carbono y gas metano en todas las construcciones de viviendas y mejoramientos.

El objetivo será trabajar para disminuir los casos de intoxicación por monóxido de carbono en la provincias, ya sea por mal funcionamiento o utilización de artefactos para calefaccionar los hogares, y de los cuales varios de ellos tienen lamentablemente consecuencias fatales.

La medida se dispuso a través de la resolución 1054 del IPV, la cual implementa, en su artículo 1, la “instalación de sensores de detección dual de monóxido de carbono y gas metano debidamente homologados, en todas las unidades habitacionales y mejoramientos, unifamiliares o colectivas, que el IPV entregará a partir del mes de septiembre de 2023″.

Además, el artículo 2 marca que dichos dispositivos “deberán estar certificados bajo normas NAG 204 y 205 del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).

La titular del IPV, María Marta Ontanilla, expresó que esta iniciativa “surgió por un pedido del Ministerio de Infraestructura de poder brindar mayor seguridad a las viviendas que entrega el Instituto, atento a los accidentes que lamentablemente ocurren, sobre todo en esta época del año con lo que tiene que ver con la calefacción”.

En este sentido, agregó que la resolución “nos permitirá poder incorporar el dispositivo en los pliegos de las viviendas que vayamos a construir a partir de ahora e incorporarlo de inmediato en todas las viviendas que ya están en ejecución y que se van a empezar a entregar a partir del primero de septiembre”.

La titular del IPV, María Marta Ontanilla.
Foto: Orlando Pelichotti
La titular del IPV, María Marta Ontanilla. Foto: Orlando Pelichotti

En tanto, añadió que dichos dispositivos lo que hacen “es encender una alarma cuando detecta la presencia del gas en el ambiente y esto permite que la familia con tiempo pueda ventilar la vivienda o desactivar lo que tiene que ver con las conexiones de gas y así poder prevenir accidentes futuros”.

Por otro lado, el artículo 3 indica que la instalación debe realizarse en el comedor de la vivienda, amurado y la ubicación del mismo “deberá contar con la reglamentación vigente”.

Motivos

Entre sus considerandos, marca la resolución que, “en apoyo a las campañas que el Gobierno de Mendoza realiza para concientizar a la ciudadanía de nuestra Provincia sobre los peligros del Monóxido de Carbono en las viviendas, es necesario adoptar medidas concretas y oportunas que protejan la salud de los beneficiarios y adjudicatarios de las soluciones habitaciones definitivas que otorga nuestra Organización”.

“Estas situaciones peligrosas se producen sobre todo en épocas invernales, donde la ventilación de los hogares y la salida de gases tóxicos de la vivienda son menores”, por lo que “es necesario prevenir intoxicaciones de los habitantes de las unidades habitacionales que provee el IPV, y para ello debe impulsar acciones y gestionar herramientas que contribuyan a este objetivo”, añadieron.

No obstante, es importante destacar que las construcciones “sólo recibirán el Certificado Final de Obra y Certificado de Habitabilidad si cada unidad habitacional cuenta con estos dispositivos correctamente instalados”.

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