Un joven de 19 años fue detenido durante la madrugada de este lunes luego de protagonizar una peligrosa persecución policial dentro del Parque San Martín. El conductor fue imputado por infracción al artículo 67 bis de la Ley 9099, que sanciona la conducción en estado de ebriedad.
El hecho ocurrió cerca de la 1:15 de la madrugada, cuando personal policial que patrullaba el parque observó dos camionetas. Al intentar identificarlas, uno de los vehículos, una Toyota Hilux blanca, emprendió la fuga a toda velocidad por el interior del predio.
Tras montar un cerrojo en la zona, los efectivos lograron interceptar al rodado en la intersección de La Rioja y San Vicente, en Godoy Cruz, donde el conductor perdió el control, subió a la vereda y una de las ruedas del vehículo terminó hundida en una acequia.
Mientras la policía requisaba a los ocupantes, varias personas no identificadas comenzaron a arrojar piedras contra el personal, lo que obligó a los efectivos a utilizar armamento largo para disuadir el ataque y asegurar la escena.
Agentes de Tránsito realizaron el test de alcoholemia al conductor, cuyo resultado arrojó 1,93 gramos de alcohol por litro de sangre, valor que triplica el límite legal permitido. Como consecuencia, el vehículo fue secuestrado y trasladado al depósito “Puerto Seco”.
La doctora Mónica Araujo, a cargo del Juzgado Contravencional N.º 2, dispuso el traslado del conductor y de dos mujeres que lo acompañaban a la Comisaría 7.ª, donde se formalizará el procedimiento correspondiente.
En contramano por el Centro de Ciudad
Un hombre de 51 años fue detenido durante la madrugada de este lunes en la Ciudad de Mendoza, luego de ser sorprendido conduciendo en contramano y con una alcoholemia positiva de 2.0 gramos por litro de sangre, según confirmaron fuentes policiales.
El hecho ocurrió alrededor de las 00:39 en la intersección de calles Mitre y Colón, cuando personal de tránsito detectó que un automóvil Peugeot 308 circulaba por Mitre de norte a sur y, al llegar a Colón, giró hacia el este en dirección prohibida.
El conductor fue interceptado por personal del móvil 66, a cargo del inspector Diego Pérez, quien solicitó la presencia de efectivos policiales tras confirmar que el sujeto presentaba signos evidentes de ebriedad.
Al realizarle el test de alcoholemia, el resultado fue contundente: 2.0 g/l, cuadruplicando el límite legal permitido para conducir.
La fiscal de turno, Dra. Araujo, ordenó el traslado del conductor a la Comisaría 6.ª, donde se labraron las actas correspondientes, se constató su domicilio y, tras los trámites de rigor, se dispuso que recupere la libertad. En tanto, el vehículo fue secuestrado.