8 de mayo de 2025 - 13:23

Juicio por el femicidio de Jésica Olguín: "Hay un monstruo suelto y no soy yo", dijo el acusado

Juan Tarrés, acusado de abuso sexual y homicidio de su ex pareja, sostuvo que no fue el autor de crimen, durante los alegatos del debate que lo tiene como acusado de abuso sexual y homicidio.

Entró en la etapa de definiciones el juicio contra Juan Manuel Tarrés (49), quien está acusado de abusar sexualmente de su ex pareja, Jésica Olguín (33), y luego asesinarla, en enero de 2023, en Las Heras.

Esta mañana, el tribunal popular que juzga al imputado, tras escuchar en los últimos días a los testigos de caso, escuchó a los fiscales de Homicidios y a la defensora de Tarrés realizar los alegatos de cierre. Además, el acusado hizo uso de “la última palabra”, relatando en ese momento que el no fue el autor de los delitos que se le imputan: abuso sexual y homicidio.

Tras los alegatos los 12 integrantes del tribunal popular fueron invitados por el Juez Técnico Horacio Cadile, a pasar a la sala de deliberaciones donde deberá expedirse sobre el caso, indicando la culpabilidad o inocencia del sospechoso.

Juan Manuel Tarrés está acusado por “abuso sexual con acceso carnal, homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por ser cometido en perjuicio de una mujer en contexto de violencia (femicidio).

Además, enfrenta cargos por otra causa por “lesiones leves dolosas y amenazas”, por una denuncia realizada por Jésica Olguín dos años antes de su fallecimiento. Tras los alegatos, el jurado recibe las instrucciones finales para la deliberación.

Para la Fiscalía es culpable

El Fiscal en jefe de Homicidios y Violencia Institucional, Fernando Guzzo abrió los alegatos de cierre, repasando todos los movimientos de Juan Manuel Tarrés el día previo y posterior a la muerte de Jésica Olguín.

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El fiscal Fernando Guzzo solicitó que el acusado sea declarado culpable. Gentileza Poder Judicial

El fiscal Fernando Guzzo solicitó que el acusado sea declarado culpable. Gentileza Poder Judicial

Luego se detuvo minuciosamente en una carta de puño y letra con 15 puntos que la víctima redactó para su terapeuta y el intercambio de mensajes entre la víctima y el acusado.

“Rogamos que tengan serenidad para llegar a una decisión unánime de culpabilidad. Piensen que los últimos ojos que vio Jésica fueron los de su ex pareja, los ojos de su amenaza y su asesino”, dijo Guzzo a los ciudadanos y ciudadanas que luego pasaron a deliberar.

A su turno, el fiscal que investigó la causa, Gustavo Pirrello, explicó los aspectos técnicos de la acusación, detallando las razones de los encuadres penales y sus agravantes.

Para la defensa “no hay pruebas”

Al igual que ocurriera en los alegatos iniciales del debate, la defensora oficial Verónica Manrique insistió con la falta de pruebas contra su defendido.

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La defensora oficial Verónica Manrique indicó que no hay pruebas contra Juan Manuel Tarrés. Gentileza Poder Judicial.

La defensora oficial Verónica Manrique indicó que no hay pruebas contra Juan Manuel Tarrés. Gentileza Poder Judicial.

“Ni en las uñas, ni en las prendas de Jésica hay rastros genéticos de Juan Manuel. El material genético hallado en el cuerpo de la víctima corresponde a una relación sexual consentida, mantenida el día anterior a su muerte. Arribamos a estas conclusiones a través de las pruebas que trajo la propia Fiscalía, no estamos hablando de suposiciones”, señaló la letrada y agregó: “vamos a pedir un veredicto de no culpabilidad por el abuso y el homicidio con sus agravantes. El día del hecho, Juan Manuel Tarrés no estuvo con Jésica”.

“Hay un monstruo suelto y no soy yo”

Como lo indica el reglamento de esta modalidad de debate, tras los alegatos el Juez Cadile otorgó la última palabra al imputado. Entonces Juan Manuel Tarrés agradeció el trabajo realizado por la defensoría oficial y realizó un pedido de justicia.

“Llevo dos años y medio detenido. Hace ocho meses que tengo esta defensa y ha hecho un trabajo con los datos que tienen a disposición. Confío en que tomarán una decisión con la que harán justicia. La fiscalía me ha presentado como un monstruo; y hay un monstruo suelto que hizo lo que hizo con Jésica, pero ese monstruo no soy yo”.

Jésica Olguín tenía 33 años y ya había denunciado a su presunto asesino por violencia de género, suceso por el cual había decidido separarse de él en 2021.

La joven era de Mar del Plata y dejó su ciudad para comenzar una vida en pareja con Tarrés en suelo mendocino, donde tuvo tres hijos.

A fines de 2021, Jésica denunció a Tarrés por maltratos y el hombre fue imputado por lesiones y amenazas, quedando en libertad ya que no tenía antecedentes penales. En cambio se le dictaron las restricciones para este tipo de violencia de género.

En abril de 2022 debía someterse a juicio pero el hombre nunca se presentó por lo que la Fiscalía de Violencia de Género lo declaró en rebeldía y solicitó su captura.

Pero el vínculo se había recompuesto: el día del crimen Tarrés estuvo con sus hijos en la pileta de un familiar y, luego los llevó a la casa de sus padres quienes esperaron que Jesica se comunicara con ellos para ir a buscar a los chicos. Pero esto nunca ocurrió ya que fue asesinada.

El 24 de enero de 2023 la joven asesinada en las Heras, tras ser abusada sexualmente y luego maniatada y asfixiada, en su casa de Las Heras.

El hecho se conoció cuando un joven de 33 años acudió a la comisaría 36° y dijo que su hermano había llegado al loteo Tierra Nuestra, en calle Sánchez y Starace de Guaymallén, confesando que “había matado a su esposa”, quien residía en Molinero Tejeda al 3.112, en el barrio Los Chilenos de Las Heras.

De inmediato, personal policial se dirigió al lugar y constataron que yacía el cuerpo de sin vida de Jésica Olguín. Estaba en el interior de una habitación boca abajo, con la particularidad de encontrarse maniatada de pies y manos, con indicios de ahorcamiento.

Luego, efectivos de Guaymallén se trasladaron a la vivienda donde estaba el marido de la víctima fatal y encontraron al acusado, identificado como Juan Manuel Tarrés, acostado sobre una cama y profundamente dormido producto de haber ingerido pastillas para el sueño (Clonazepam).

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