30 de septiembre de 2025 - 00:15

¿Se frena la escalada militar en torno a Venezuela?

Maduro había enviado una carta a Trump para retomar el diálogo. Había rechazado las acusaciones de Washington respecto a la supuesta complicidad de Caracas con el narcotráfico e instó a su colega estadounidense a “preservar la paz con diálogo”, según la carta difundida por el gobierno venezolano.

A mediados de septiembre, el régimen de Maduro realizó ejercicios militares en la isla La Orchila, en el norte del país. Fue un intento de respuesta a la presencia militar estadounidense frente a las costas venezolanas, que simuló el enfrentamiento con un desembarco de marines que integran la fuerza estadounidense (cuatro mil efectivos, de los cuales puede desembarcar cerca de la mitad en un asalto).

El ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, dijo que se iban a utilizar elementos de defensa aérea, como drones artillados, de vigilancia y submarinos. Afirmó también que se iban a poner en marcha acciones de guerra electrónica. Los ejercicios fueron difundidos mediante los medios y la televisión pública mostró imágenes de embarcaciones anfibias y buques de guerra desplegados frente a la isla, donde se ubica una base naval venezolana. Participaron doce buques, veintidós aeronaves y veinte “pañeros”, que son embarcaciones civiles de milicianos. Maduro, por su parte, dijo que Estados Unidos prepara una “agresión de carácter militar” contra su país y que por ello el gobierno venezolano está autorizado por “leyes internacionales” para enfrentarla.

Pero Maduro también llevó su denuncia al plano de los recursos naturales . Denunció a Estados Unidos ante la FAO (la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura) por el hundimiento -que consideró “ilegal”- de las embarcaciones de supuestos pescadores por parte de Estados Unidos. La vicepresidente Delcy Rodríguez, tras denunciar la violación a la soberanía nacional del país por parte de Washington, compartió el comunicado enviado a la FAO a otros siete organismos internacionales. Dijo que el buque estadounidense estaba equipado con armamento de guerra, incluidos misiles de crucero, y personal militar altamente entrenado, una capacidad militar excesiva para un buque pesquero. La vicepresidente pidió un firme pronunciamiento de condena, alertando sobre el impacto negativo del incidente en la economía pesquera del país. Maduro, por su parte, insistió en que su país se encuentra en una fase de “lucha no armada”, pero advirtió que si Venezuela es agredida, responderá con una “lucha armada” para enfrentar lo que llamó una “invasión del grupo yankee”. Este hecho se dio en una secuencia donde habrían sido hundidos tres pequeños barcos venezolanos, acusados de pertenecer al narcotráfico. Al mismo tiempo, el representante venezolano en la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), realizada en Viena, denunció la presencia de un submarino nuclear estadounidense cerca de las aguas venezolanas que viola el Tratado de Tlatelolco de 1967, el que prohíbe armas nucleares en América Latina y el Caribe.

Pero en términos estratégicos, el hecho más relevante ha sido la firma de un tratado de asociación entre Caracas y Moscú el 18 de septiembre. La Asamblea Nacional venezolana lo aprobó por unanimidad y pasó para la firma de los presidentes Maduro y Putin. Esta alianza surge en plena escalada militar entre Caracas y Washington, y cuando las relaciones entre Trump y Putin se han deteriorado por la falta de resultados en la negociación de un acuerdo entre Rusia y Ucrania.

La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajárova, había expresado la preocupación de su país por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y dijo que su gobierno respalda a Venezuela. Ambos países tienen acuerdos de cooperación en el sector energético -particularmente en explotación de petróleo y gas- y Rusia inauguró meses atrás una fábrica de munición para fusiles Kalashnikov.

En medio de esta escalada, Maduro había enviado una carta a Trump para retomar el diálogo. Había rechazado las acusaciones de Washington respecto a la supuesta complicidad de Caracas con el narcotráfico e instó a su colega estadounidense a “preservar la paz con diálogo”, según la carta difundida por el gobierno venezolano. Respecto a estas denuncias, dijo que “es el peor de los fake news que se ha lanzado contra nuestro país, para justificar una escalada a un conflicto armado que le haría un daño catastrófico a todo el continente”.

La vicepresidente Rodríguez también se lamentó de las “fake news” que circulan en los medios de comunicación sobre declaraciones venezolanas. Trump se mostró ambiguo ante la pregunta periodística de si había recibido o no esta carta. Antes del acto en homenaje al activista conservador asesinado Charlie Kirk en Arizona, dijo “Bueno, no lo quiero decir, pero ya veremos qué pasa con Venezuela. No lo quiero decir”. Según Reuters, Maduro propone discutir el tema del narcotráfico y el de la repatriación de los migrantes venezolanos que impulsa Trump.

El presidente venezolano sostiene en su carta que sólo el 5% de las drogas producidas en Colombia pasan por Venezuela, que según él logra destruir el 70% de los cargamentos ilegales. La carta incluye la frase: “Presidente, espero que juntos podamos vencer las falsedades que han mancillado nuestra relación, que debe ser histórica y pacífica”.

Tras el acto por Kirk, la administración Trump rechazó la carta de Maduro: la vocera Caroline Leavitt sostuvo que “repitió muchas mentiras en esa carta, es la postura de la administración sobre Venezuela no ha cambiado”. La carta está fechada el 6 de septiembre, pero recién fue difundida por Maduro más de dos semanas después.

Pero el presidente estadounidense terminó respondiendo con la difusión de videos sobre ejercicios de desembarco de los marines.

* El autor es director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

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