28 de diciembre de 2025 - 00:10

Rumbo poco previsto hace dos años

Instalado Milei en el gobierno paulatinamente el acercamiento desde Mendoza se fue concretando y así se llega a una elección de medio término que mostró a una alianza sólida, con amplio respaldo en las urnas y con la promesa de no constituir sólo un acuerdo electoral.

Es probable que el gobernador Cornejo poco imaginara aquel 19 de noviembre de 2023, día del triunfo en segunda vuelta de Milei, que al cabo de dos años la política los encontraría unidos en una exitosa alianza.

El eje local formado por Cambia Mendoza y La Libertad Avanza no sólo arrasó en las recientes elecciones legislativas, sino que se proyecta como una fuerza sólida para las presidenciales de 2027, en las que también se elegirá nuevo gobernador y, si todo sale como los libertarios anhelan, Milei irá por la reelección.

En realidad, gran parte del radicalismo nacional se encontraba ante un cruce de caminos que generaba dudas. Era difícil apoyar a un Massa que dejaba al país en un escenario económico complejísimo, endeudado y con índices inflacionarios pocas veces vistos. Frente a él una oferta liberal a ultranza en manos de un personaje extremadamente combativo con la política y que sólo prometía al electorado ajuste.

En aquel recordado día del giro fuerte a la derecha de la mayoría de los argentinos Milei festejaba a viva voz con los conceptos que lo caracterizaban y que siguen siendo, de algún modo, estandarte de su línea de gestión. “El modelo de la decadencia ha llegado a su fin. No hay vuelta atrás. Basta del modelo empobrecedor de la casta. Hoy abrazamos la libertad para volver a ser una potencia mundial”. Claro, la escasa representación parlamentaria por ser un espacio nuevo y el pobre nivel de varios de los pocos legisladores electos aquella vez le exigiría al mileísmo consensuar con la parte más razonable de “la casta” las leyes que necesitaba para poner en marcha su plan. Entre ellos estuvo el cornejismo.

A la vez, comenzaba un necesario reacomodamiento de la mayoría de los gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio, ganadores en sus provincias especialmente por haber desdoblado sus elecciones de las nacionales, pero a partir de ese momento carentes de una figura referencial a la que sujetarse. La cosa era en línea con Milei o solos.

La fórmula Bullrich-Petri había salido tercera en la primera vuelta, por lo que, en acuerdo con Mauricio Macri, pasaron ambos a apoyar sin límites a Milei en el balotaje. Pero el mendocino, que ya había sorprendido fuertemente en las PASO provinciales compitiéndole a Cornejo con buen porcentaje de votos, sería confirmado, junto con Bullrich, para integrar el gabinete ministerial de Milei y a partir de allí reforzar el posicionamiento que ya había logrado en nuestra provincia con su incursión como precandidato a gobernador.

El Gobernador ya había insinuado el apoyo del radicalismo mendocino a la fórmula libertaria en la segunda vuelta. No había alternativas: el kirchnerismo fue siempre el objetivo a vencer desde la creación de Cambia Mendoza. Además, en las presidenciales de octubre de aquel año la lista de candidatos a diputados nacionales de la alianza cornejista había caído (primera derrota) en forma abrumadora ante el aluvión libertario. Un solo diputado electo contra tres de La Libertad Avanza fue algo demasiado contundente.

Instalado Milei en el gobierno paulatinamente el acercamiento desde Mendoza se fue concretando y así se llega a una elección de medio término que mostró a una alianza sólida, con amplio respaldo en las urnas y con la promesa de no constituir sólo un acuerdo electoral, sino de proyectar un estilo de gestión basado en aspectos macroeconómicos propios del oficialismo nacional que aquí el cornejismo no sólo comparte, sino que también muestra como propios, de algún modo, por el manejo de las finanzas ejercido por Cambia Mendoza desde su llegada al poder, hace diez años. En el medio, los cuatro años de Rodolfo Suárez, claro.

Por todo ello de ningún modo debe sorprender que el Gobernador esté proyectando el sostenimiento de la actual amalgama. “Me imagino enfrentando el 2027 juntos. Las alianzas electorales que duran un día son un fraude al electorado. Detrás de una alianza electoral hay un programa, una orientación política que hay que sostener” sostuvo el titular del Ejecutivo provincial en reciente entrevista con Los Andes.

También fue concluyente el resultado del 26 de octubre en cuanto al escenario provincial que viene. La enorme diferencia entre el oficialismo y la segunda fuerza, el peronismo nuevamente, demuestra con claridad que Cambia Mendoza podrá gobernar con cierta holgura en lo que resta del segundo mandato de Cornejo, apoyado a la vez en la sintonía con la Nación en cuanto al respaldo de las reformas de fondo que pretende concretar el mileísmo a partir de este año. El PJ, valga recordarlo, se conformó con un segundo lugar que le permitió, al menos, recuperar porcentaje de votos con relación a la malísima elección de 2023. Impensado por peronistas años atrás.

Por eso por el momento en Mendoza ya poco se habla de terceras fuerzas partidarias capaces de incidir en las votaciones legislativas. Con los resultados de octubre el cornejismo mantiene al justicialismo como principal oposición, pero éste con un poder de fuego más restringido y siempre pendiente de una interna nacional que trasciende y se traslada a las jurisdicciones provinciales. El ejemplo actual, la división surgida en el seno del PJ local de cara a las elecciones de concejales en seis departamentos que se realizarán en febrero.

El resto (todas las fuerzas, sin excepción) navega en la incertidumbre luego de la pobrísima performance en la última elección. Pero tal vez lo más fuerte haya sido el tropiezo de Pro, que no pudo escapar al bajísimo rendimiento del frente que integró en Mendoza, Provincias Unidas. Un resultado que obligó a repensar estrategias a muchos y que puede haber incidido en la reciente decisión de sumar fuerzas con el cornejismo y el mileísmo surgida en el reducto de Luján, que conduce el intendente Esteban Allasino.

Un escenario cómodo, una alianza por ahora más cómoda aún, impensada hace un par de años. Por el momento, para Cornejo un camino político bastante despejado, mucho más que las rutas nacionales que decidió reparar.

* El autor es periodista. [email protected]

LAS MAS LEIDAS