Diario Los Andes constituye una de las fuentes historiográficas más valiosas para quienes nos adentramos en el estudio del pasado mendocino. Su extensa trayectoria —ininterrumpida desde 1883— lo convierte en un testimonio excepcional de los cambios políticos, sociales y culturales que atravesaron la provincia y el país.
Abordar la construcción de la narrativa histórica nacional y local implica, necesariamente, recorrer sus páginas. Mendoza ha visto surgir numerosos medios gráficos; sin embargo, ninguno ha mantenido una presencia tan constante, sólida y significativa como Los Andes.
Su análisis requiere del investigador una mirada crítica y un conocimiento profundo del contexto en que se produjeron las ediciones estudiadas. En sus columnas se entrelazan los hechos, las primeras interpretaciones y las representaciones colectivas de cada época. Indagar en Los Andes equivale a recorrer casi ciento cincuenta años de historia y observar la evolución del lenguaje periodístico, el diseño visual, las líneas editoriales y las sensibilidades sociales.
A través de sus registros cotidianos, el diario ha documentado tanto los grandes acontecimientos políticos como detalles de la vida social mendocina. Su permanencia lo convierte en una verdadera crónica de la realidad local y nacional, donde pueden rastrearse ideologías, imaginarios y mentalidades colectivas.
Los Andes configura una memoria viva de la historia mendocina. Celebrar sus 142 años implica reconocer la vigencia de un patrimonio documental que continúa aportando al conocimiento histórico y a la comprensión del presente.
* La autora es historiadora.