La idea es superar la condición de simples exportadores de commodities (tomadores de precios internacionales) para ser proveedores de valor agregado, en condiciones de sostenibilidad y calidad (como propone la Cámara Internacional del Litio),integrando las producciones de litio de Argentina, Bolivia y Chile.
Recursos estratégicos
El "Triángulo del Litio" y la integración sudamericana
Ventanita:
La idea es superar la condición de simples exportadores de commodities (tomadores de precios internacionales) para ser proveedores de valor agregado, en condiciones de sostenibilidad y calidad (como propone la Cámara Internacional del Litio), integrando las producciones de litio de Argentina, Bolivia y Chile.
Rodolfo Vacarezza
Especialista en relaciones internacionales
Texto de la nota:
La Argentina, Bolivia y Chile comparten una de las mayores regiones geográficas productoras de litio a nivel mundial, el llamado Triángulo del Litio, que concentra el 60 % de las reservas conocidas a nivel mundial. La importancia del mineral en la industria tecnológica y en la transición energética resulta fundamental. Por ello, su explotación, suscita especial atención de múltiples actores, desde una perspectiva económica, pero fundamentalmente estratégica.
Sobre el terreno, la explotación y comercialización del litio es diferente en los tres estados y el recurso recibe distinta consideración: mientras Chile y Bolivia lo consideran un "recurso estratégico", en Argentina en un recurso minero más.
Por ello mismo, varias son las "voces" para la cooperación internacional, desde los gobiernos, el sector privado y aún desde la "academia". La idea es superar la condición de simples exportadores de commodities (tomadores de precios internacionales) para ser proveedores de valor agregado, en condiciones de sostenibilidad y calidad (como propone la Cámara Internacional del Litio). Esta alternativa, en la actualidad, es inexistente.
Pero podemos pensar una alternativa diferente, que es la producción y gestión supranacional del recurso natural, a partir de la experiencia histórica de dos modelos exitosos: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y la Agencia Brasileño Argentina para la Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC)
Por el primer modelo, de los años '50 en Europa, Francia y Alemania (RFA), cedieron su soberanía en la explotación y producción del carbón y del acero bajo una autoridad supranacional. La preocupación inmediata era la sobreproducción - concentrada en la frontera común - y su efecto sobre los precios. Pero el objetivo último era la paz cediendo el control nacional de un recurso básico para la guerra. Esa "comunidad" resultó germen de la integración del Viejo Continente.
La segunda organización de 1991 puso fin a las hipótesis de conflicto entre Argentina y Brasil, poniendo sus instalaciones y material nucleares, bajo una autoridad supranacional, implementando garantías recíprocas e inspecciones mutuas. Se quería evitar el desarrollo bélico de la energía nuclear. Aquí el sustrato es el uranio y sus derivados. También fue semilla, de lo que luego sería el MERCOSUR.
La creación de una autoridad supranacional implica un salto cualitativo, significa una instancia superior a los Estados, con facultades de decisión autónoma pero vinculantes para los mismos. Instancia que debe ser, creemos, de características técnicas e inmune a los vaivenes de la política doméstica.
Una especie de "mercado común del litio", con las tres libertades de circulación básicas, de personas, de capital y servicios, y adaptado a nuestra realidad, puede resultar en una mayor producción, acceso al recurso en condiciones de equidad por los Estados, armonización de estándares varios, como de calidad, sostenibilidad, jurídicos, licitaciones públicas, etc. Puede resultar el paso a un actor global en la materia con una única "voz".
Un poderoso obstáculo para la realización del proyecto es el nacionalismo exacerbado, la propia historia de conflictos y disputas (incluso de guerra entre Chile y Bolivia) y la compleja y contradictoria integración sudamericana.
A ello se suman las pretensiones de potencias como China y los Estados Unidos sobre la región y sus recursos.
¿Cómo dar el salto cualitativo? Es aquí donde resulta fundamental la audacia y valentía de nuestros líderes políticos. Aquella visión de los "grandes estadistas", que superan los viejos antagonismos y desconfianzas nacionales, y privilegian el desarrollo y bienestar de sus pueblos. Tarea fundamental será disipar, por la educación, los prejuicios en las opiniones públicas nacionales y élites dirigentes.
Estamos esbozando solo una idea, muy lejos de un proyecto técnico. Lo imaginamos por fases o etapas de realización. No propugnamos un modelo estatista, sino más bien un modelo de articulación público - privada y de proyección hacia las cadenas globales de valor.
Entonces, aquellos modelos demostraron que la cesión del control o soberanía sobre un recurso estratégico puede resultar exitoso, para el desarrollo y beneficio de los pueblos, sin que ello implique un menoscabo a la soberanía nacional. Más aún, esas experiencias indican que los estados nacionales se fortalecieron. Aquellas vivencias demuestran la necesidad de líderes políticos excepcionales y audaces y que la experiencia puede replicarse en el llamado Triángulo del Litio.
* El autor es especialista en relaciones internacionales.