27 de septiembre de 2025 - 00:05

Cómo legislar mejor

Para proyectar leyes el legislador necesita, como los médicos, detectar y estudiar los problemas que afectan derechos, y que obstaculizan el funcionamiento del gobierno y la administración del Estado, para luego hacer un diagnóstico.

Los que vivimos en una República Democrática, con un gobierno “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, como lo definía Abraham Lincoln, debemos saber que el Poder Legislativo es su institución más importante, y su función principal es legislar, como cuando:

- sanciona leyesque declaran la reforma de la Constitución Nacional (CN);

- aprueba tratados internacionales, convenios, con y entre las provincias y/o con otras instituciones;

- sanciona leyes, códigos, reglamentos, resoluciones, que garantizan derechos y fijan políticas públicas;

- participa en la designación o destitución de algunos funcionarios públicos.

Diagnóstico

Para proyectar leyes el legislador necesita, como los médicos, detectar y estudiar los problemas que afectan derechos, y que obstaculizan el funcionamiento del gobierno y la administración del Estado, para luego hacer un diagnóstico.

A primera vista, nuestra sociedad política se ve descentrada y fragmentada, tanto entre los que la integran, como territorialmente.

Más allá de las diferencias que hubo y hay entre porteños y provincianos, ahora se han abierto otras heridas ogrietas, que nos dividen, como:

- a las personas que están debajo, de los que están arriba, de la línea de la pobreza;

- a los que viven en las calles, y los que duermen en viviendas;

- a los delincuentes que producen inseguridad, y los que aspiramos a vivir en paz;

- a los que tienen acceso a servicios médicos y a medicamentos, y los que no los tienen;

- a los que trabajan en negro, y los que están en blanco;

- a los que perciben ingresos de la seguridad social o por estar incapacitados, y a los que no;

- a los que recibieron o reciben educación para enfrentar la vida, y a los que no;

- a los que viven en territorios que no cuentan con servicios básicos, y los que habitan zonas residenciales; y

- a los que ejercen el derecho, y cumplen con la obligación de sufragar, y a los que no lo hacen.

Lo que contradice la democratización de oportunidades, y la igualdad ante la ley.

El gobierno no funciona en Argentina como indica la CN, porque el Poder Legislativo:

- casi no se reúne en sesiones ordinarias;

- sus comisiones dictaminan e investigan poco;

- hace dos años que no se sanciona el presupuesto general de la Nación;

- el jefe de gabinete no asiste mensualmente a informar a las cámaras;

- la Defensoría del Pueblo está vacante desde el año 2009;

- tampoco designa a los 3 diputados y 3 senadores que, junto a su presidente, integran la Auditoría General de la Nación; y

- los bloques políticos se multiplican y se dividen;

El Poder Ejecutivo

-hay un conflicto entre el presidente y su vicepresidenta, a quién el primero califica a esta como “la traidora”, a pesar de lo cual, le delega su cargo cada vez que viaja al exterior, con mucha frecuencia y sin autorización del Congreso (art. 99 inc. 18 CN);

-muchas decisiones políticas, la organización del partido La Libertad Avanza (LLA) y la designación de sus autoridades y candidatos, las decide el “triángulo de hierro”, integrado por el presidente Javier Milei, su hermana Karina – secretaría de la presidencia, y “Jefa” del partido La Libertad Avanza (LLA)-, y, el influencer, Santiago Caputo.

El Poder Judicial:

- con una Corte Suprema de Justicia de la Nación integrada por solo 3 jueces y con 2 vacantes;

- desde el año 2017 está vacante la Procuraduría General de la Nación, y el 30 % de los jueces de la Justicia Federal; y

- no se traspasó todavía a la Capital Federal la denominada “Justicia Nacional ”, que equivale a la provincial en esa jurisdicción, y que sostenemos con todos los argentinos, con lo que se incumple el artículo 129 de la CN desde 1994.

Con la crisis de liderazgos que hay en el mundo, el populismo llegó a nuestro país con Milei, un outsider sin partido, que construyó el suyo, en los medios de comunicación, con un discurso agresivo con una motosierra, lo que le permitió ser electo presidente de la Nación.

Los partidos políticos están debilitados y divididos. Las Paso, ideadas para mejorar las elecciones internas, fracasaron. Su financiamiento no es transparente.

Abunda el “borocotismo ”, como se les llama a los que cambian de partidos y/o de ideología. Se insiste con “ candidaturas testimoniales ”, al postular personajes que si son elegidos no asumirán el cargo.

Los militantes a veces hacen su “carrera política”, al ocupar distintos cargos públicos remunerados, cambiando a veces de partido, de bloque o de ministerio. Los empleados “ñoquis ” son una realidad deleznable.

Las reelecciones en los cargos ejecutivos es otro escándalo político, como ocurre con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, que lo ejerce desde hace más de 30 años.

La política ha sido penetrada por la corrupción y el narcotráfico.

Recetas

Con este diagnóstico, las recetas son complejas, pero no imposibles, si los legisladores las asumen sin pensar solo en obtener, con ello, un provecho personal, sectorial o electoral.

Lo primero es que debe seleccionar algún tema prioritario, y que el mismo esté en condiciones de elaborarlo. Luego debe asesorarse por expertos y ver si hay proyectos similares presentados; para luego proceder a redactar el que contenga las soluciones, generales y particulares, que resuelvan el o los problemas estudiados.

Hay leyes generales, como las que presenté cuando fui diputado de la Nación, como fueron un Código de Procedimiento Constitucional, un Reglamento General del Congreso y una ley reglamentaria de los convenios interprovinciales e intermunicipales. Hoy sería necesario proyectar una ley federal de salud.

Ejemplo de leyes particulares podría ser el de incorporar al Código Civil y Comercial (CCC) vigente, una grave omisión que hubo respecto del anterior Código Civil, como fue el determinar que nos seguimos rigiendo por “Calendario gregoriano ”, del art. 6° del CCC.

La redacción de las leyes debe ser simple, clara y concisa, fácil de entender para los que deban cumplirlas o interpretarla. Siempre deberán estar dirigidas al bien común.

El diálogo, los debates y los consensos son indispensables, luego, para alcanzar las mayorías que permitan su aprobación.

Es bueno, al legislar, no olvidar los consejos de Juan Bautista Alberdi, cuando decía que:

- “La ley escrita, para ser sabia, ha de ser expresión fiel de la ley natural”.

- “La ley no debe tener otras miras que las de la Constitución. La Constitución designa el fin, la ley construye el medio”.

- “Recordemos a nuestro pueblo que la patria no es el suelo. Tenemos suelo desde hace tres siglos, y sólo tenemos patria desde 1810. La patria es la libertad, es el orden, la riqueza, la civilización organizados en el suelo nativo, bajo su enseña y en su nombre.”

* El autor es profesor emérito de las Universidades Nacional y Católica de Córdoba. Fue diputado de la Nación.

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