A más de siete meses del caso, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) detuvo a un ciudadano venezolano -ilegal- por la encerrona y el ataque a tiros que sufrió el mendocino Enrique Ríos, junto a su hermana e hijo, en la zona de Estación Central (Santiago), cuando hacía turismo de compras el 15 de octubre pasado.
El detenido es un venezolano de 33 años que está -como tantos- de manera irregular en Chile, una de las deudas en materia de seguridad del gobierno de Gabriel Boric.
Balearon a un turista argentino cerca de un mall en Santiago de Chile: así quedó el auto (Gentileza)
Así quedó el auto del mendocino que fue baleado en la encerrona de octubre de 2024 (Gentileza)
Según informó BioBioChile, el delincuente fue localizado en el sur de Chile, donde ya presenta antecedentes por tráfico de drogas. Tras pasar por distintas ciudades del país, dando identidades falsas, su captura se produjo este martes en Santiago.
Respecto a la aprehensión, el comisario Iván Córdova, perteneciente a la Brigada Investigadora de Robos Occidente, resaltó que los extranjeros que delinquen en Chile no sólo se dedican al secuestro y al sicariato, sino que también “han visto un nicho de trabajo” en los robos.
De todos modos, si bien esta primera detención es clave para traer justicia al episodio que sufrió el argentino, aún resta individualizar a otros tres malvivientes que concretaron la encerrona.
El mendocino que sufrió la encerrona y fue baleado en Estación Central
El ataque al mendocino Enrique Ríos sucedió el pasado 15 de octubre a la tarde, cuando el hombre de 51 años estaba acompañado por su hermana y su hijo adolescente para hacer compras en la zona de Estación Central, justo en la previa del Día de la Madre.
Cuando el turista manejaba su auto acompañado por sus familiares por calle Obispo Javier Vázquez, en inmediaciones del Mall Plaza Alameda, fue víctima de una encerrona, uno de los delitos más comunes en Chile.
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Cuatro personas se le atravesaron en el camino y, a punta de pistola, amagaron con robarle. El argentino intentó retroceder su vehículo, pero uno de los asaltantes abrió fuego, hiriendo con un tiro al conductor en el brazo derecho.
Después del ataque, Enrique corrió pidiendo ayuda junto a su hermana e hijo por la avenida Alameda, donde fue auxiliado por transeúntes y, luego, por personal de emergencias en la Posta Central. Conmocionado, su hijo Pablo relató a la prensa allí presente: "Se bajó una persona de tez oscura, supongo que migrante, y nos disparó al auto, me apuntaron a mí en la cabeza y yo me bajé, es por eso que le pegaron en el brazo a mi papá. Dispararon a matar".