Encuentran una carta en una botella y analizan si la escribió una niña de 12 años que iba en el Titanic

Expertos creen que la pudo haber tirado una pequeña que viajaba en el barco para encontrarse con su padre en Estados Unidos.

Analizan una carta encontrada en una botella que podría haber sido escrita por una pasajera de Titanic.
Analizan una carta encontrada en una botella que podría haber sido escrita por una pasajera de Titanic.

Desde hace muchos años, las historias que involucran al Titanic se han multiplicado. En este caso, la protagonista es Mathilde Lefebvre, una niña de 12 años y pasajera del famoso barco, que podría ser la autora de un mensaje descubierto dentro de una botella días atrás.

Analizan una carta encontrada en una botella que podría haber sido escrita por una pasajera de Titanic.
Analizan una carta encontrada en una botella que podría haber sido escrita por una pasajera de Titanic.

En abril de 1912, la pequeña abordó el Titanic junto a su madre y sus hermanos. Ansiosos y felices, todos tenían la esperanza de poder cruzar el Atlántico y reunirse con el resto de su familia en Estados Unidos. Hacía un año que la infinita separación de un frío océano los había distanciado.

Hoy, 109 años después, un grupo de científicos de la Universidad de Quebec en Rimouski (UQAR), en Canadá, está analizando la carta hallada.

La historia de los Lefebvre

“Estoy tirando esta botella al mar, en medio del Atlántico. Debemos llegar a Nueva York en unos días”, dice la carta. “Si alguien la encuentra, póngase en contacto con la familia Lefebvre en Liévin (una ciudad francesa)”.

En 2017, la botella con la misiva en su interior fue encontrada por una familia en una playa cerca de la Bahía de Fundy, en la costa atlántica de Canadá.

Analizan una carta encontrada en una botella que podría haber sido escrita por una pasajera de Titanic.
Analizan una carta encontrada en una botella que podría haber sido escrita por una pasajera de Titanic.

Los expertos establecieron que una pasajera llamada Mathilde Lefebvre estuvo a bordo del Titanic.

La niña se dirigía a Estados Unidos para reunirse con su padre Franck Lefebvre, un minero del norte de Francia que había encontrado un trabajo en Iowa.

Franck se había empleado en una mina junto a sus cuatro hijos mayores. Una vez que ganaron suficiente dinero, envió a buscar a su esposa y a sus cuatro hijos menores, incluida Mathilde, para que se unieran a ellos.

Fue el destino el que determinó el triste final de parte de la familia.

El enigma de la carta

Pero el simple hecho de conocer la historia no alcanza para determinar si la carta es verdadera.

Para empezar, el equipo debe fechar por radiocarbono ambos objetos.

Esto permitirá verificar los materiales en los que se escribió y con los que se escribió, así como la botella en la que se encontró la carta y el corcho que la mantuvo sellada.

“Hasta ahora, los materiales parecen ser coherentes con la fecha. [Eso] no excluye que pueda ser una falsificación o un engaño”, destacó Nicolas Beaudry, profesor de arqueología de la UQAR, que está estudiando la carta.

Además, el experto sostuvo que alguien podría haber usado los materiales viejos para falsificar la carta, años después de que el barco se hundiera.

O, incluso, alguien la podría haber adulterado en 1912. “Los engaños eran comunes en ese momento porque la prensa publicaba mensajes desde el mar y atraían mucha atención de los lectores”, detalló.

“Fake letter”: las sospechas de los expertos

Son principalmente dos los motivos por los que los expertos no pueden confirmar que la carta provenga del Titanic.

En primer lugar, creen que la caligrafía de la nota se diferencia de la que aprendían los niños en Francia a principios del siglo XX, reporta el sitio RT.

En segundo lugar, los investigadores se preguntan cómo pudo llegar la botella a la Bahía de Fundy desde un barco que se encontraba en el medio del Atlántico.

“Es poco probable. Es bastante improbable, pero no es imposible”, afirmó Daniel Bourgault, profesor de oceanografía física de la UQAR.

En este sentido, el investigador explica que un objeto lanzado allí debería aparecer en la costa europea y sostuvo que la posibilidad de que la pieza haya podido llegar hasta la Bahía de Fundy es menor al 1 por ciento.

Esperanzados, los herederos de la familia

Jacques Lefebvre, que vive en el sur de Francia, se enteró de la carta a través de la nota que publicó un periódico local poco después de que fuera encontrada.

Durante los últimos años ha tenido la esperanza de que sea real.

La madre de Mathilde Lefebvre era su tía abuela y él no sabía mucho sobre esa parte de su familia hasta que se enteró de la misiva.

“Esta es la única carta que tenemos de la familia. No tengo ninguna escrita por mi abuelo”, dijo Lefebvre. “No tenemos papeles, ni fotos, nada de la familia de Jacques”, sumó su esposa Hélène.

Sin embargo, y más allá de sus expectativas, hasta la pareja tiene algunas dudas sobre su autenticidad.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA