El fútbol mendocino está de luto: murió "El Polaco” Torres, uno de los famosos Compadres del Lobo

A los 81 años, el ex marcador central multicampeón con Gimnasia se había recuperado de coronavirus, pero una neumonía complicó el cuadro y su vida se apagó en el día de hoy.

Victorino Alfredo "Polaco" Torres, Carlos Gil Aceituno y el "Maestro" Víctor Legrotaglie, en uno de los últimos encuentros. Gentileza / Oscar Casares.
Victorino Alfredo "Polaco" Torres, Carlos Gil Aceituno y el "Maestro" Víctor Legrotaglie, en uno de los últimos encuentros. Gentileza / Oscar Casares.

Falleció Victorino Alfredo Torres, quien pasaba sus días en un hogar de ancianos y hace poco se había recuperado de Covid-19. Sin embargo, un cuadro de neumonía complicó su estado de salud y falleció en el día de hoy. El populamente conocido como “Polaco” fue uno de los famosos Compadres del Gimnasia del Víctor Legrotaglie.

Nacido el 24 de enero de 1939, Torres surgió de las divisiones inferiores de Gimnasia y Esgrima. Fue un defensor valiente, de juego atildado, elegante, al igual que su histórico compañero de zaga, el “Panza” Videla, con quien formó una sociedad inolvidable en la defensa del Lobo. Se inició marcando la punta izquierda, para culminar actuando como defensor central. Luego formó una famosa dupla con el “Negro” Guayama y también con Francisco “Chueco” Vicino. Fue el gran estratega de la defensa del equipo del “Toque, Lobo, toque…”. Participó en los planteles campeones de 1964 y 1969, así como en los antiguos Nacionales 1970 y 1971, año en el que se retiró del Lobo. En 1960, Torres había formado parte del mítico equipo subcampeón de Gimnasia y Esgrima en la Liga Mendocina de Fútbol.

Integró aquel famoso equipo de Godoy Cruz campeón de 1968 y al año siguiente retornó al Mensana. Había jugado en Banfield en el año 1963 (4 partidos oficiales). En los dos Nacionales que jugó con Gimnasia participó en 33 partidos y anotó dos goles.

Además, integró en varias oportunidades la selección mendocina de fútbol. En esa época, él y Osvaldo “Mariscal” Sosa (San Martín) eran considerados los centrales más importantes de la provincia. También pasó por Atlético Argentino, en 1967, donde fue junto a Víctor Antonio Legrotaglie, quien ya había estado en la Academia en 1962.

“Era un jugador de típica estirpe blanquinegra, una legendaria figura de Gimnasia, de estilo bien pituco. Muchos lo incluyen el equipo ideal de todos los tiempos. Era uno de Los Famosos Compadres del Lobo, que fueron Victor Legrotaglie, el ‘Bolita’ Sosa, Torres y Carlos Aceituno. No es que particularmente fuera compadre directo del Víctor, en ese sentido a quien más se lo identificaba con Letrotaglie era a Sosa”, explica Oscar Casares, coleccionista e historiador del Lobo mendocino.

“Cuando hablan de las concentraciones, me río. No puedo olvidarme de todas las anécdotas lindas que tengo. Me acuerdo de cuando teníamos que jugar por Gimnasia y nos veníamos a los billares con el Bolita Sosa, el Polaco Torres y Aceituno. Nos la pasábamos un rato largo hasta que se hacían las dos, dos y cuarto de la tarde y ahí salíamos rápido. Lo que pasa es que el partido era a las tres y media... ¿Qué íbamos a hacer!”, contó en más de una oportunidad Víctor Antonio Legrotaglie.

Con el Lobo, fue campeón invicto en la Bombonera

Por su condición de campeón de 1964, Gimnasia y Esgrima fue invitado en abril de 1965 al Campeonato Argentino de Clubes Campeones organizado por Boca Juniors y disputado en la famosa Bombonera, donde Gimnasia dio cátedra y se clasificó campeón invicto, con 5 partidos jugados, los 5 ganados, 13 goles a favor y apenas 1 en contra, con estos resultados: a Pringles, de San Luis: 4-0; Pacífico, de Neuquén: 4-0; General Paz, de Córdoba: 1-0; Unión, de Santa Fe: 3-1 y Talleres, de Entre Ríos: 1-0. La base fue el equipo del 64 (con el Polaco Torres como estandarte de la última línea), con la inclusión del Documento Juan Carlos Ibáñez como puntero derecho (luego volvería al mediocampo), en reemplazo de Piantino, que se había desgarrado en el primer partido. Con el debut como director técnico de un histórico del fútbol argentino, Francisco Pancho Lombardo, que había dejado de jugar oficialmente. “Justamente en ese año alcanzó a ir a probarse a Racing mientras se disputaba ese torneo, pero al final no quedó y terminó siendo campeón en La Bombonera”, recuerda Casares.

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