Los investigadores creen que los restos que fueron encontrados en un galpón de Tunuyán calcinados y desmembrados pertenecerían a una persona en situación de calle.
No descartan que se hubiera caído a un fuego que él mismo hizo para calefaccionarse.
Los investigadores creen que los restos que fueron encontrados en un galpón de Tunuyán calcinados y desmembrados pertenecerían a una persona en situación de calle.
El hallazgo se conoció en la tarde del viernes a las 15.10, cuando ingresó un llamado a la línea de emergencia 911 informando que un perro había llegado hasta la vivienda del denunciante trasladando partes de un cráneo.
Al arribar el personal policial de la comisaria 15, con el apoyo de la División Canes y drones pertenecientes a la División de Vehículos Aéreos no Tripulados (VANT) realizaron una un rastreo por zonas cercanas al asentamiento Rodrigo, para luego centrarse en un galpón abandonado, ubicado en Espora al 300, donde había partes de lo que sería un miembro inferior y un antebrazo de cuerpo humano.
Personal de Policía Científica llegó al lugar, que en la reconstrucción del hecho constataron que se trataba del cadaver de un hombre en situación de calle que, por razones que se tratan de establecer, se habría caído a una fogata al intentar resguardarse de las bajas temperaturas.
Si bien desde la Fiscalía de Tunuyán trabajan sobre distintas hipótesis, la que mayor peso tiene por ahora es que el hombre –cuya identidad ya habría sido descubierta- se habría caído a una fogata que él mismo habría generado para protegerse del frio.