Take away: Venderán vino suelto en botellas de hasta 5 litros

Se hará una prueba en Río Negro. Desde el INV aseguran que habrá un estricto protocolo sanitario. Si funciona, se extenderá a todo el país.

Buscan incentivar el consumo en el marco de la pandemia.
Buscan incentivar el consumo en el marco de la pandemia.

El jueves, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) autorizó el proyecto “Vinos de Cercanía”, que contempla la venta directa de productos bajo la modalidad de retiro en la bodega (take away) y busca sostener la actividad durante el actual contexto económico. Esta prueba piloto, que tendrá vigencia durante un año, se desarrollará en la provincia de Río Negro y, de tener éxito como herramienta comercial, podrá implementarse también en las bodegas de Mendoza y de otras regiones vitivinícolas del país.

Bajo este plan, con visión ambientalista, el consumidor podrá comprar vino -entre uno y cinco litros- en botellones de vidrio. Las bodegas, que sean parte de la prueba piloto, deberán resguardar la calidad de sus productos y también cumplir con todos los protocolos sanitarios establecidos. Según el INV, el proyecto de cercanía persigue una comercialización más amigable con el medio ambiente, reduciendo el uso de insumos secos como las botellas, etiquetas, cápsulas, cajas o separadores de cartón.

No estará permitido expender vinos fraccionados bajo la modalidad take away en comercios, vinerías, supermercados u otros puntos de venta, limitándose solamente esta modalidad a los establecimientos (bodegas) que adopten este sistema de oferta. También, para incentivar el turismo de cercanía y enológico, desde el INV se autorizó la posibilidad de consumirse vino en el lugar acompañado de alguna comida, para lo cual los establecimientos deberán contar con todas las habilitaciones y los permisos municipales correspondientes.

Una herramienta comercial

Martín Hinojosa, presidente de lNV, explicó: “Dentro de los lineamientos estratégicos en mi gestión al frente del Instituto, está el brindar apoyo para el desarrollo de nuevos productos, envases y sistemas de comercialización tendientes a mejorar el consumo de vino y a su vez resguardar la genuinidad del producto. Lo que estamos buscando son nuevos momentos para el consumo, nuevas formas de relacionarse con el vino. Creemos que este plan va a impulsar la venta desde las bodegas”.

“La idea de acercar a la gente a los establecimientos rionegrinos y que ellos tengan la posibilidad de vender sus productos en forma directa, respetando las condiciones que fija el Instituto. La idea la fuimos trabajando junto al ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro, Carlos Banacloy. Queremos que las bodegas más pequeñas se beneficien con un sistema de venta más ágil al consumidor; ésta es una herramienta comercial, una prueba piloto que, si funciona, la replicaremos en otras regiones vitivinícolas”, destacó el funcionario.

Banacloy, durante el evento de presentación por videoconferencia, destacó: “El proyecto tiene múltiples aristas que lo hacen interesante, porque se unen la tradición con la innovación. Se unen dos generaciones: las nuevas acostumbradas a este tipo comercializaron y las viejas, lo viven como una vuelta a las tradiciones”. En la actualidad, Río Negro, como plaza vitivinícola, cuenta con una superficie cultivada de 1.620 hectáreas, distribuidas en 254 viñedos.

Los mendocinos opinan

El empresario Juan Carlos Caselles, integrante de la comisión de pequeños establecimientos en Bodegas de Argentina, comentó que se ha trabajado en el vino suelto como concepto con el sector técnico legal del INV, avanzando sobre la posibilidad de comercializar los growler de vidrio y tapa rosca, con stickers que contengan los datos básicos de las etiquetas, el número de establecimiento y también del análisis del producto, para agilizar los mecanismos de venta directa al público. El proyecto se llama de la “Bodega a tu mesa”.

“Para nosotros es importante crear herramientas para fomentar el consumo interno. En Mendoza algunas bodegas están dispuestas a implementar este método comercial bajo el sistema legal que propone el INV. La flexibilización de los envases permite a los bodegueros bajar los costos de fraccionamiento y aumentar las medidas de seguridad para esterilización de los mismos. Cada bodega puede elegir si participa o no del plan. El take away es una alternativa para hacer caja. Norton fue uno de los pioneros del sistema”, puntualizó Caselles.

El presidente de Fecovita, Eduardo Sancho, también se refirió al sistema de comercialización. “Creo que es positiva toda herramienta que nos permita facilitar el contacto de las bodegas con el consumidor. Esto ayuda mucho a la industria porque se ha hecho bajo la reglamentación y el control del INV. Antes, este tipo de venta directa se hacía de una manera más casera, pero con la reglamentación también se está formalizado el contacto con nuevos públicos”, indicó.

Al hablar sobre las posibilidades de implementación en Mendoza, Sancho agregó: “Aún no hemos charlado el tema con las cooperativas. Hay 54 establecimientos distribuidos entre Mendoza y San Juan. Algunos tienen la posibilidad de realizar venta al público, pero otras, no. Las cooperativas, deberán decidir si se adhieren”.

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