Por qué la moha es una forrajera estival para tener en cuenta

La autora, docente e investigadora de la UNCuyo, explica las ventajas de este cultivo y describe una investigación que se está realizando en Mendoza con tres variedades.

Cultivo de moha en el campus experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA-UNCuyo) en enero de 2023. Gentileza: FCA
Cultivo de moha en el campus experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA-UNCuyo) en enero de 2023. Gentileza: FCA

La moha, el mijo y el sorgo son cultivos anuales de crecimiento rápido adaptados a altas temperaturas que, con buena disponibilidad de agua, permiten lograr una elevada producción de forraje. Estos verdeos de verano son sensibles a las heladas, por lo que se deben sembrar fuera del período de riesgo y cuando la temperatura del suelo se encuentre por encima de los 15 °C.

Una característica distintiva de la moha es el gran crecimiento que genera en un período de producción muy corto (60-80 días). Además, es un cultivo de mucha plasticidad para determinar el momento de siembra y puede ser interesante para algunos planteos de rotaciones de cultivos; siendo muy buen antecesor de praderas de alfalfa y verdeos de invierno. Es un excelente forraje para ser utilizado como heno en todos los sistemas productivos de leche y carne, considerado un alimento energético ya que aporta principalmente fibra efectiva.

El INTA ha desarrollado tres cultivares mejorados, que son los únicos cultivares fiscalizados de origen nacional. Estos son:

  • Yaguané Plus INTA: derivado del tradicional Yaguané INTA, fue seleccionado por su alta producción de materia seca y su amplia adaptación a los distintos sistemas productivos de Argentina. Muy utilizado para la confección de heno. Presenta pocos macollos y láminas anchas; y responde muy bien a las mejoras en las condiciones productivas (mayor fertilidad, precipitaciones, etc.), por lo tanto, es el cultivar mejor adaptado a los ambientes más productivos.
  • Carapé Plus INTA: derivado del tradicional cultivar Carapé INTA, seleccionado por su mayor potencial y estabilidad de rendimiento en los ambientes menos productivos y por su mayor calidad forrajera. Es un cultivar mejor adaptado al pastoreo directo debido a su buena capacidad de rebrote, aunque también presenta una muy buena aptitud para la obtención de henos de alta calidad nutricional ya que presenta una rápida acumulación de materia seca, tallos finos y alta proporción de láminas.
  • Nará INTA: es el cultivar más nuevo, se destaca por su máximo potencial de rendimiento forrajero (20-30% superior al resto de los cultivares de Argentina), debido principalmente a su ciclo más largo (10-15 días). Esto último le confiere una mayor amplitud en cuanto a la ventana óptima de cosecha. Presenta excelente tolerancia al vuelco. Se diferencia del resto de las mohas por presentar coloración rojiza en diferentes órganos de la planta como así también semilla anaranjada.
Equipo de trabajo en el campo experimental. A la derecha se ve una parcela sembrada en noviembre (panojamiento) y en el centro parcelas sembradas en diciembre. Gentileza: FCA
Equipo de trabajo en el campo experimental. A la derecha se ve una parcela sembrada en noviembre (panojamiento) y en el centro parcelas sembradas en diciembre. Gentileza: FCA

Para generar una buena emergencia, en el oasis norte de Mendoza, se recomiendan las siembras a partir de noviembre, con una densidad aproximada de 20 kg por hectárea; puede sembrarse al voleo o en líneas con una distancia de 15 a 30 cm. Si se logra un rápido establecimiento, compite bastante bien con las malezas y, por lo general, no tiene problemas de plagas ni enfermedades. Responde muy bien a la fertilización nitrogenada, la cual se recomienda realizar al momento de la siembra. Se destaca por su eficiencia en el uso del agua; sin embargo para obtener altos rendimientos estamos pensando en no menos de 350 mm durante su ciclo de crecimiento.

El corte debe realizarse en estado de panojamiento, ya que combina una alta producción y una buena relación entre hojas, tallos y panojas, que definen el valor nutritivo del forraje. La moha tiene rendimientos considerables en relación a su ciclo corto.

El equipo de docentes de Agricultura Especial y un grupo de estudiantes avanzados de la carrera de Agronomía llevan adelante un proyecto de investigación financiado por la SIIP de la UNCuyo que pretende valorar el comportamiento de las tres variedades mencionadas, en dos fechas de siembra (15 de noviembre y 15 de diciembre de 2022).

La primera fecha de siembra ya fue cosechada, Yaguané Plus Inta y Carapé Plus Inta a los 72 días; y Nará Plus Inta a los 90 días, confirmando así lo indicado por el semillero respecto a la longitud del ciclo. Respecto a los rendimientos, Yaguané Plus INTA y Carapé Plus INTA rindieron respectivamente 31.111 kg/ha de materia verde (7.996 Kg/ha de materia seca) y 29.278 kg/ ha de materia verde (7.612 Kg/ha de materia seca). Por su parte, Nará INTA fue bastante más rendidora: 47.231 kg/ ha de materia verde (12.123 Kg/ha de materia seca).

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