Como la moda es cíclica, todo vuelve. Y el estilo "royal core" vuelve a ser protagonista de las pasarelas, las calles y las redes sociales. Influencers, modelos y seguidores de las tendencias encuentran en esta inclinación, una dosis de elegancia y sofisticación en el vestir.
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Un estilo versátil y actual, propio de una princesa.
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El estilo “royal core”, en auge en 2025, sigue las decisiones estéticas de figuras icónicas de la realeza, como Kate Middleton, Rania de Jordania o Lady Di. Esta tendencia es ideal para quienes buscaban realzar su vestuario sin necesidad de tener un título real.
Entre las cualidades del “royal core” sobresale que es una tendencia versátil, perfecta para adaptarse a cualquier ocasión, desde eventos formales, reuniones familiares y hasta salidas relajadas.
Algunas pautas para lograr un estilo “royal core”
La paleta de colores es importante, también la calidad de las telas e incluye tonos suaves y clásicos, donde impere la elegancia en textiles delicados como la seda. Cada prenda debe ser una pieza clave para construir un armario sofisticado. Para encontrar inspiración en Lady Di, por ejemplo, las hombreras suaves y las pinzas en la cintura son grandes aliadas. También colores como el azul marino, el camel o el blanco crema.
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Un buen par de zapatos te acercan a la tendencia de parecer una reina.
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En cuanto a las faldas, las midi -por debajo de la rodilla- o lápiz con un ligero vuelo son justas para el royal core. La gabardina o una lana ligera estilizan la figura y se llevan con mocasines, stilettos, o incluso botines de tacón bajo en invierno. Camisas con cuellos románticos y abrigos con silueta de princesa o modelos en corte “A” -que se ajustan al torso y tienen un vuelo en la parte baja- resultan imprescindibles.
La forma de llevar el cabello y el maquillaje también son aspectos destacados. Los recogidos como moños bajos o trenzas elegantes, y un maquillaje natural con énfasis en la luminosidad de la piel, son esenciales para complementar este estilo.
Por último pero no menos importante, los accesorios: pendientes de perla o diamante sutil, broches vintage o bolsos estructurados pueden ser el toque final que haga la diferencia. Un solo accesorio impactante puede ser suficiente para resaltar tu elegancia.