Y ese presente tiene resonancias urgentes: la lucha por los derechos, el lugar de las mujeres en las estructuras de poder, la memoria colectiva. “¿Existe un destino femenino?”, se preguntan las Juanas de esta obra. La respuesta no es simple, pero el espectáculo intenta encontrar pistas entre las voces del pasado.
Una propuesta para ver con todos los sentidos
Con una duración de 80 minutos y una puesta que combina lo poético con lo visceral, “Juana! interpela desde la forma y el contenido. El diseño de luces, la música original de Mariano Marín y Carlos Pérez Ortega, y los climas que se generan a través del movimiento hacen de la experiencia algo difícil de olvidar.
La crítica ha sido unánime en destacar la entrega total de Viale y el riesgo de la propuesta. “No es una obra complaciente ni decorativa. Es intensa, física, política”, escribió La Nación. En cada ciudad donde se presenta, hay ovación y debate. Es lo que provoca el arte cuando no busca agradar, sino decir algo.
Juana Viale
Carlos Furman
En una entrevista con Los Andes, Juana Viale habla de la confección de los muchos personajes que habitan la obra, el mensaje de cada uno y lo que la impulsó a tomar este desafío.
—¿Es la primera vez que venís a Mendoza a actuar?
—En Mendoza, primera vez, sí. Estuve en Córdoba, hace poco en Santa Fe, en Rafaela… Estuve en un montón de lugares, pero no he estado nunca en Mendoza, así que estoy feliz. ¡Lo que le sigue a la felicidad!
—Esta obra tiene tu nombre, pero también el de muchas otras mujeres.
—Sí, que tuvieron la dicha de llamarse Juana pero con un rol importante en la historia del mundo.
—¿Cómo participa cada una de estas Juanas en la obra?
—En “Juana” se entremezclan, es una conjunción de todas las Juanas. Hay momentos para cada una; uno puede sentir más presente a una Juana que a otra. En otros momentos, no. Pero lo que rescato es eso: cómo cada Juana de la historia tuvo que poner su cuerpo. Todas ellas —salvo una o dos— no han tenido un final feliz. Hoy diríamos trágico, ¿no? Crímenes. Así que nada, es una obra que te lleva todo. Es como un gran mensaje dentro de pequeñas frases de cada Juana, que está representada.
Juana Viale
Carlos Furman
—¿Cómo hiciste vos para invocar esos espíritus y componer los personajes?
—Empiezo diciendo que es una obra de danza. ¿Y por qué empiezo diciendo eso? Porque creo que al interpretar estas Juanas, todas ellas pusieron el cuerpo, y aquí sucede exactamente lo mismo. Es una obra donde el cuerpo es un lenguaje, en donde para interpretar estas Juanas también se interpreta con la danza. Y obviamente también tenemos la palabra. Es una obra que también invoca mucho desde el texto.
—¿Qué sentiste cuando te propusieron hacer esta obra y qué te llevó a tomar la iniciativa?
—Bueno, a mí en sí me divierte mucho salir de la zona de confort, de la vida, del trabajo. Me parece que tomar riesgos es siempre importante. Y creo que esta obra es un poco eso: tomar un riesgo bastante amplio. Yo no soy bailarina, no estudié danza ni mucho menos, y esta obra lo propone. A mí me llamó mucho la atención, por supuesto. La propuesta fue mía a Club Media, que es la productora que me acompaña en esta locura. Y con José Maza nos juntamos hace bastante tiempo, cada tanto a comer, a tomar algo... A comer unas papas fritas con huevo frito (risas), y fue esto. Le dije: “Yo quiero hacer esta obra”. Y lo que te puedo decir que me llamó mucho la atención fue la primera escena.
Juana Viale
Carlos Furman
—¿Cómo es la primera escena?
—Es una Juana contemporánea, una mujer contemporánea que está vestida de rojo, donde invoca al público y lo invita a tener un viaje. Un viaje a través del tiempo recorrido por las Juanas. Y habla de una belleza de antes de las Juanas, de la vida, lo natural, el tiempo que era el no-tiempo, sino que era una cuestión estacional por los climas, cuando uno vivía distinto y donde después el hombre ha marcado —con la escritura y con todo lo que hoy conocemos como la historia— el paso del tiempo. Esa primera escena para mí siempre fue muy fuerte visualmente, y con lo que dice la palabra.
—¿Qué pasó en esa primera charla con el productor?
—Fui a José y le dije: “Che, José, yo quiero hacer esto. Vamos”. Y me dijo: “¿Pero sabés de qué se trata?”. “Vamos”, (Juana se ríe recordando ese momento). Y realmente fue una locura, porque convocamos al director Chevi Muraday, que es un coreógrafo español. Era una obra que ya la habían hecho en España hace dos años. Así que lo trajimos para Buenos Aires. Trajimos la escenografía desde España porque, a simple vista, parece una escenografía muy básica, pero no lo es. Y replicarla no era tan fácil, entonces todo fue una locura.
Juana Viale
Carlos Furman
—¿Era más simple traerla que hacerla acá?
—No sabemos, porque ni probamos hacerla (risas). Pero si la ves, es una estructura de hierro, tiene unos tablones... Bueno, podrían haberla hecho, pero los tablones en el interior tienen unos materiales particulares porque tienen que tener un peso. Nosotros los pisamos, los manipulamos un montón. Entonces, entre empezar a testear, directamente los trajimos.
—¿Dónde la estrenaron?
—Eso también fue una apuesta, porque nos fuimos al Teatro Regio que es del Complejo San Martín, pero está fuera del circuito. Es una obra de danza, y en el Regio no suelen ir muchas obras de danza, salvo que vaya el Ballet del San Martín. Todo fue una gran apuesta. Y seguimos apostando, que es llevarla de gira. Pero no es tan fácil como parece. José siempre creyó en esto, y nos abocamos a hacerlo. Y acá estamos, llegando a Mendoza con esta Juana. Tengo cuatro bailarines, cuatro compañeros que son realmente maravillosos.
—Hablemos de tus otras actividades, como conductora o actriz de cine ¿En cuál de los tres roles te sentís más cómoda y en cuál te ves en el futuro?
—Yo creo que experimento. Más allá de que todas estén dentro del mundo de las artes, me gustan todos. Son todas experiencias diferentes. El teatro es muy diferente. Ahora estoy haciendo una obra de teatro que se llama Subacuática, que es en el agua, en una piscina. Hacer Juana es una obra de danza, pero también es teatro. La conducción tiene más de actualidad, de realidad. Pero bueno, no deja de ser algo que tenemos que mostrar, y hay cosas que en la vida cotidiana uno no las pone en el programa. Después, lo que es cine o una serie tiene una profundidad y un arco oral muy marcado, que uno ya lo sabe de fin a fin. Y lo que antes se hacía —que ya no existe, penosamente— son las tiras diarias, ¿no? Las de la pantalla abierta.
Juana Viale
Carlos Furman
—¡Las extrañamos un montón!
—¡Las extrañamos todos! Los actores, los vestuaristas, los microfonistas, todos los técnicos, los cámaras, todos. Y el público. Lamentablemente estamos en una situación donde no se están haciendo. Pero bueno, todas tienen su magia, todas tienen cosas muy bellas. Y creo que lo que más comparten todas, en sí, es esto de la palabra que utilicé: “compartir”. Porque compartís mucho tiempo del día con tus compañeros, con el detrás de escena, con el delante de escena. Y creo que lo más gratificante como persona es el hecho de tener un diálogo con un par. Eso hace rico el trabajo, más allá de la profesión, de las historias que uno tiene que contar, que a veces son más crudas, otras más livianas, otras más dramáticas. Más allá de todo eso, creo que lo que prima para mí es el vínculo humano que vas tejiendo con los pares. No recuerdo cuál era la segunda pregunta... (se ríe)
—En el futuro, ¿cómo te ves?
—Y... el futuro para mí es incierto. Así que no podría darte una respuesta.
Juana Viale. Del set de TV a la selva
Actriz, conductora, ecologista, madre. Juana Viale es muchas cosas, y todas a la vez. Dueña de una presencia magnética tanto en cámara como sobre el escenario, lleva el arte en la sangre: es nieta de Mirtha Legrand y del director Daniel Tinayre, e hija de la conductora Marcela Tinayre. Pero desde hace rato que Juana construyó su propio camino, despegándose del linaje familiar con decisiones artísticas y personales que la definen como una mujer libre y comprometida.
Desde su irrupción en la televisión con "Malparida" —donde sorprendió al público con una villana compleja y seductora— hasta sus recientes proyectos teatrales como "Juana", la obra que protagoniza y que combina danza, palabra y cuerpos en movimiento, Viale demuestra que su búsqueda va mucho más allá de los títulos heredados. Es una intérprete inquieta, una artista que no se conforma y que siempre va por más.
Juana Viale
Carlos Furman
Pero Juana también es una apasionada defensora del medio ambiente. En 2024 se embarcó en una travesía en velero por el Atlántico junto a su pareja, el deportista náutico Yago Lange, con un objetivo claro: generar conciencia sobre la contaminación marina. Durante el viaje, recolectaron microplásticos, registraron especies y grabaron un documental, “¿Cuánto conocemos del mar?”, que revela no solo el estado crítico de nuestros océanos, sino también la belleza que aún nos rodea y debemos proteger.
“El mar es libertad, pero también es espejo. Te enfrenta con lo que sos y con lo que dejás en el mundo”, dijo Juana en una entrevista reciente. Y ese espíritu se traduce también en su cotidianidad: cultiva su propia huerta, cría animales rescatados —como una zarigüeya que sus hijos cuidan con devoción— y milita activamente por la protección de los bosques nativos junto al Banco de Bosques, una ONG con la que colabora desde hace años.
Su vida, a simple vista, puede parecer contradictoria: entre cámaras y compost, entre escenografía y tierra. Pero en realidad, todo convive con naturalidad en ella. Porque para Juana Viale, actuar y sembrar no están tan lejos. Ambas cosas requieren entrega, sensibilidad y un profundo amor por lo que se hace.
La versión original de Juana, en España
La obra Juana, creada por el coreógrafo y director español Chevi Muraday, se estrenó el 1 de noviembre de 2019 en el Teatro Calderón de Valladolid, España. Esta producción de la compañía Losdedae combina danza contemporánea y teatro para explorar las vidas de diversas mujeres históricas que comparten el nombre Juana, como Juana de Arco, la Papisa Juana, Juana la Loca, Sor Juana Inés de la Cruz y Juana Doña. Con dramaturgia de Juan Carlos Rubio y textos adicionales de Marina Seresesky y Clarice Lispector, la obra presenta un viaje no cronológico que atraviesa momentos significativos de estas figuras femeninas, destacando su lucha y resistencia frente a las normas de sus épocas. La puesta en escena se caracteriza por una fusión de movimiento, palabra y una escenografía impactante, diseñada por Curt Allen Wilmer y Studio De2, que refuerza la narrativa poética y simbólica del espectáculo. Tras su estreno, Juana se presentó en el Teatro Español de Madrid del 4 al 22 de diciembre de 2019, y posteriormente en otras ciudades españolas como Valencia y Jerez. La obra ha sido reconocida por su enfoque innovador y su compromiso con la representación de la experiencia femenina a lo largo de la historia.