El hijo mayor de Carlín Calvo recordó a su padre en A La Tarde, contó cómo fueron sus últimos días y reveló que sigue los mismos pasos que su papá.
A casi cinco años de la muerte de Carlín Calvo, su hijo mayor, Facundo, compartió recuerdos entrañables del actor que marcó una época en la televisión argentina. Con 25 años y en pleno desarrollo de su carrera como actor, rememoró su vínculo con su papá, las primeras experiencias compartidas y el legado que le dejó.
“Mis primeros recuerdos de la infancia eran estar en Mar del Plata, en los teatros cuando acompañaba a mi papá. Desde ahí supe que eso me gustaba y lo quería hacer”, contó el joven en A La Tarde (América TV), que también reconoció haber tomado caminos distintos antes de volver a sus raíces.
“Viví en Hawai seis meses y volví hace poco. Trabajaba en una playa y en una heladería”, confesó sobre esa experiencia que, pese a lo paradisíaco, no logró desviar su vocación.
Facundo también habló del último trabajo de Carlín en las tablas, la obra que protagonizó junto a Carmen Barbieri y Nazarena Vélez. “Lo último que hizo mi papá fue Leonas. Él solo salía al final y decía ‘Es una lucha’. Era hermoso”, recordó, haciendo alusión a la mítica frase de Amigos son los amigos, serie que consagró a Calvo en los noventa.
Y fue contundente frente a algunas versiones de aquellos años: “Eso le hizo muy bien. Hay mucha gente que decía que lo estaban explotando y no. Estar arriba del escenario era lo que él amaba. Se preparaba para las obras en Mar del Plata y se desesperaba por cómo había salido. Siempre muy metido”.
En otro pasaje de la entrevista, Facundo compartió una anécdota entre risas. “Fuimos solos al Mundial de Sudáfrica a ver jugar a Argentina. Estábamos discutiendo, nunca antes lo había puteado y esa vez le dije ‘¡pelotudo!’ y se cagó de risa. Nos abrazamos y ya”.
Finalmente, habló de la etapa más difícil, cuando Carlín ya estaba afectado por las secuelas del ACV. “Cuando se enfermó, hubo momentos duros. Podía compartir fútbol y cosas, pero ya no podía tener una conversación normal. Me quería preguntar cómo me había ido en el colegio y decía ‘en el club’. Igual me quedo con que lo pude tener un tiempo más y, dentro de lo que se podía, tuvo unos años en los que estuvo bien”.