15 de septiembre de 2025 - 00:00

El tren llegaba y sembraba progreso

Adonde llegaba el ferrocarril con sus vías y estación, sembraba el progreso. Como salida de la nada, una plaza era rodeada rápidamente por la comisaría, el registro civil, una escuela, la iglesia y el almacén del turco. Desde allí se expandía hacia los cuatro puntos cardinales.

Retroceder en el tiempo para volver a la etapa en que nuestro país comenzó a transitar los primeros signos de prosperidad y crecimiento.

El silbido de una locomotora y el vapor que sale de sus motores en forma ordenada anuncian el movimiento de la formación, pero también un paso hacia el futuro.

En el andén, cientos de curiosos observan como el tren empieza a transitar las vías como si se tratara de una mágica innovación de la tecnología.

Fue un 30 de agosto de 1857 en que tirado por "La Porteña" cambiaba el paradigma de la Argentina decretando el principio del crecimiento de nuestro país.

Adonde llegaba el ferrocarril con sus vías y estación, sembraba el progreso.

Como salida de la nada, una plaza era rodeada rápidamente por la comisaría, el registro civil, una escuela, la iglesia y el almacén del turco. Desde allí se expandía hacia los cuatro puntos cardinales.

De un lado el norte, del otro el sur y así iban ordenándose pueblito por pueblito a la par del trazado ferroviario, separado por 10 o 12 km.

Que nadie tenga dudas que el país es hoy lo que es, gracias al tendido de esas venas de acero. Las mismas que en los últimos 60 o 70 años han venido intentando destruir, para manipular y evitar el crecimiento de nuestra querida nación.

Defender el ferrocarril no es otra cosa que defender la soberanía.

* Roberto Bocanegra, de la Coordinadora en Defensa de los Ferrocarriles.

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