En defensa de la Armada

Después de tantos días de preocupación y angustia se pueden hacer algunas reflexiones desde el punto de vista de quienes, desde nuestros hogares, seguimos atentamente las operaciones de búsqueda del submarino a través de los medios de comunicación.

Creo que el primer pensamiento debe estar dirigido a valorar el accionar de la Armada como institución, con sus aciertos y errores. Y el de sus hombres, por su coraje, profesionalismo, hombría de bien y espíritu de cuerpo.

Un párrafo aparte merece el vocero, quien ha cumplido un papel destacadísimo y tenido una paciencia enorme para soportar, sin inmutarse, la andanada de preguntas imprecisas y repetidas del periodismo.

Justamente respecto al periodismo, especialmente el televisivo que ha usufructuado la situación sin pausas, hay que decir que la mayoría de los periodistas, que nunca en su vida se han subido a una canoa o no conocen el mar, se convirtieron de repente en expertos navegantes, mecánicos y hábiles estrategas navales, con la facultad de criticar y amonestar a una institución como la Armada.

Por último, muy bien por los ex marinos de la fuerza, quienes han aportado, además de su sapiencia, una gran dosis de sentido común.

Leo E. Lardone
DNI 8.030.088

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