29 de marzo de 2018 - 00:00

El Dios en quien creo - Por Vicente S. Reale

A las puertas de la Pascua, sentí el deseo de compartir estas palabras, comenzando por algo ya bien conocido por los amigos y lectores. La palabra o vocablo "Dios" es utilizado, genérica y universalmente, para designar a un 'ser superior o supremo', 'creador y todopoderoso', 'a quien se invoca para pedir o agradecer', 'de quien todo el universo depende', que 'habita allá lejos'.

Lo que llevó en su corazón Jesús de Nazaret, lo que dijo al referirse a Él y lo que nos enseñó -según la fe y cosmovisión cristianas- es bien distinto: es un ser Personal, Padre-Madre, origen y originante de toda existencia -que siendo tal- se encuentra presente en toda la realidad (la que captamos y la que no) y que continuamente se encuentra en relación con todo lo existente, sobre todo con los seres que, en su evolución, han llegado a diversos estadíos de conciencia.

- Creo en ese Padre-Madre cuyo ser y actuar es Amor.
- Que toda la realidad, no existe 'porque sí' sino porque es 'efusión de todo Su ser'.
- Que el universo está plasmado con Su belleza, armonía, sabiduría y unidad.

- Creo en ese Padre-Madre que nos acompaña siempre, sin nada pedirnos.
- Que no necesita de nuestras ofrendas, oraciones o sacrificios.
- Que desea ser amado, más que adorado, reverenciado, temido u obedecido.
         
- Creo que nos ha hecho 'a su imagen y semejanza'.
- Que nos trata como a 'hijos/as' y no como a súbditos o esclavos.
- Que más que la culpa, busca rehacernos y volvernos 'al origen'.
     
- Creo que Jesús es 'la imagen a nuestro alcance' del Aquel Inefable.
- Que, con su vida y palabra, nos indica el buen camino para la humanidad.
- Que no juzga sino que perdona.
       
- Creo que Su vida simple y sencilla nos está mostrando aquel camino.
- Que la Providencia existe, mientras nos hagamos cargo de la vida.
- Que es toda vida y que son todas las vidas.
        
- Creo que la vida y la injusta muerte de Jesús fueron un inmenso acto de amor.
- Que no un 'sacrificio' querido y pedido por su Padre.
- Que aquel inmenso amor 'nos regenera' para que continuemos amando.
     
- Creo que todos nuestros dolores y sufrimientos son parte de nuestra débil existencia y de nuestro egoísmo. 
- Que nuestro Padre-Madre sufre con ellos y por ellos.
- Que, por lo mismo, Jesús nos dijo que la cura de todos ellos es 'salir de nosotros y compartir'.

- Creo que todos/as somos iguales, en derechos y en responsabilidades. 
- Que 'lo que no queremos que nos hagan, no lo debemos hacer a otros'.
- Que debemos perdonar, así como deseamos ser perdonados.

- Creo en un Padre-Madre que se comunica con nosotros de muchas maneras.
- Que, por lo mismo, nos comunicamos con Él-Ella a través de distintas tradiciones, lenguas y culturas.
- Que la 'verdad total' es inalcanzable, pero que estamos en camino hacia ella.

- Creo que el Inefable desea que sus hijos/as vivamos dignamente.
- Que no es cierto que a algunos/as les da estrellas y a otros los estrella.
- Que la riqueza y la pobreza son tristísimas consecuencias de nuestro quehacer.

- Creo que Él quiere el bienestar de todo el universo y de todos los seres.
- Que nos ha posibilitado la naturaleza para que sea 'casa de todos'.
- Que no somos 'dueños' de lo que hemos recibido sino 'administradores'.

- Creo que, como buen Padre-Madre, no quiere que algunos tengan de todo y otros mueran de hambre, enfermedad o pobreza.
- Que algunos 'fabriquen pobres' para, luego, al ayudarlos, se consideren bienhechores.
- Que Jesús nos invitó a elegir: 'o el Padre-Madre o el poder y el dinero'.

- Creo que la vida en este mundo es sólo una etapa de 'toda nuestra vida'.
- Que la Vida (plena y total) prometida por Jesús es una realidad.
- Que no puede ser comprobada por las ciencias sino que 'se capta' con la percepción del corazón.

- Creo que el Espíritu está presente hasta en la mínima partícula del universo.
- Que esa Energía es la que, continuamente, 'crea y recrea' todo lo existente.
- Que es intangible, pero que sin él todo y todos volveríamos a la nada.

- Creo que lo mejor que anida en nosotros es el amor y la comunicación.
- Que son 'reflejos y partecitas' de la vida íntima del Amor Inefable.
- Que nuestro desafío es ir creciendo, como personas, hasta alcanzar la plenitud de nuestras posibilidades.

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