El anteúltimo fin de semana del pasado mes de agosto se registraron casi 90 incendios de distinta magnitud en la provincia, de cuales cincuenta y dos fueron forestales, treinta y dos de interfase y cuatro estructurales (es decir en casas o edificios), según un relevamiento del área de Defensa Civil provincial.
Los de interfase son aquellos que ocurren en las zonas de transición entre áreas urbanas o rurales y la vegetación forestal, donde las instalaciones (viviendas, establecimientos) se encuentran mezcladas con el entorno natural
La situación sin haberse desbordado totalmente conforma un panorama delicado porque siempre está el riesgo de que se produzcan víctimas humanas, pero sí queda planteado que los daños son muy relevantes, y en algunos casos tras los siniestros la cubierta vegetal queda afectada por un tiempo indeterminado, que a veces es prolongado.
San Rafael fue el departamento más afectado, con treinta episodios de diferente envergadura. En esa zona sureña se produjeron dos incendios forestales y trece de interface, a los que se sumaron posteriormente quince nuevos focos de interface el domingo, lo que obligó a un importante despliegue de bomberos y brigadistas para evitar que las llamas avanzaran sobre zonas habitadas.
Rivadavia también presentó un panorama complejo, con once incendios forestales en los dos días, seguido por Las Heras con ocho casos (principalmente) y Lavalle con seis episodios.
Uno de los siniestros más preocupantes, por su extensión, fue el que afectó un campo inculto ubicado sobre el sector sudeste de la ruta provincial 153, a unos tres kilómetros de la villa de Las Catitas (Santa Rosa), sobre la margen sur del cauce, en este momento seco, del río Tunuyán.
Desde el Plan Provincial Manejo de Fuego del Ministerio de Energía, los especialistas y técnicos del organismo están preocupados por la cantidad de episodios ocurridos y alertan a la población a tomar todas las precauciones posibles para evitar el surgimiento de focos de incendio e impedir su rápida propagación.
Mendoza está siempre en riesgo de incendios forestales en su territorio. Con prescindencia de los que comienzan por causas naturales (como un rayo), hay que poner mucho énfasis en los que se producen por causas humanas (negligencias o intencionalidad, como fogatas mal apagadas, colillas de cigarrillos o quema de basura).
Desde la coordinación del Plan de Manejo de Fuego, se reitera la necesidad de que los ciudadanos tomen conciencia y colaboren con la prevención. Cuando con el correr de las semanas aumente la temperatura ambiental, las probabilidades de ocurrencia y propagación de incendios aumentan y en tal sentido es necesario que la población adopte medidas de precaución en sus desplazamientos por el llano o la zona de montaña. También no hay que dudar en denunciar a individuos que puedan estar incursos en el delito de iniciar de manera intencional episodios de este tipo.
La presencia del hombre en los montes, zonas arboladas o en extensiones con pastos secos, es un riesgo porque cuando no se toman las precauciones, pueden estallar incendios de consecuencias impredecibles, ya sea por descuidos (fogón mal apagado) o llamas intencionales para deforestar o limpiar un terreno.
La prevención puede ser el recurso que necesita la provincia para tener una temporada con una ocurrencia baja de siniestros por el fuego.