Al cumplirse hoy 42 años del desembarco argentino en las Islas Malvinas, dando paso a una guerra de 72 días contra el Reino Unido, los argentinos volvemos a recordar con orgullo y dolor a la vez a los oficiales, suboficiales y soldados que participaron en nombre de nuestras Fuerzas Armadas en aquellos combates, en muchos casos (oficialmente 649) dejando la vida en el campo de batalla.
Independientemente del debate sobre la oportunidad de aquella aventura de la dictadura militar que gobernaba nuestro país, se debe reconocer que la acción iniciada el 2 de abril de 1982 hizo revivir el reclamo soberano argentino por la usurpación británica del 3 de enero de 1833. Una postura que, ya en democracia, quedó expresamente incluida en la Constitución Nacional a partir de su última reforma, del año 1994.
En efecto, remarca claramente nuestra ley fundamental: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
La Argentina cuenta con un claro respaldo de la comunidad internacional por su reclamo. En el año 1965, a través de una resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció la existencia de la disputa de soberanía en torno a Malvinas y determinó que ese conflicto se encuadra en una situación de colonialismo que debe ser resuelta.
Sin embargo, el Reino Unido no ha demostrado la intención de discutir esa postura y evita abordar la discusión oficial sobre la soberanía reclamada por nuestro país. A la vez, renueva su posición desafiante al reiterar con bastante frecuencia la visita a los territorios ocupados de miembros de la Corona o de la conducción política de los países integrantes de la misma. Estos son aspectos que hacen a la política internacional de Argentina por encontrarse en juego cuestiones trascendentes, como el desarrollo económico, la utilización de los recursos naturales y los válidos intereses antárticos de nuestro país.
También resulta pertinente que la actual conducción del país haya dispuesto un razonable reequipamiento en el área de Defensa, bastante maltrecha desde aquella guerra. “Para que una Nación soberana sea respetada debe contar con Fuerzas Armadas capaces de defender su territorio”, sostuvo el presidente Javier Milei en un discurso anterior recordatorio de la gesta malvinense.
Volviendo al valor que mostraron los argentinos en combate en aquella oportunidad, en condiciones adversas desde todo punto de vista, debe señalarse lo oportuno que significó haber determinado a la fecha que se conmemora hoy como Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Oficiales, suboficiales y soldados; cada uno con su esfuerzo, valentía y patriotismo puso al servicio de la patria todo lo que tuvo a su alcance para una gesta reivindicatoria, no cabe ninguna duda, pero que con el transcurso de los años quedó a la vista de muchos argentinos como aventura de un régimen decadente.
Los soldados argentinos fueron los grandes protagonistas de aquellos duros momentos de 1982 y en su honor y reconocimiento es el día que hoy se conmemora con absoluta justicia.