Edificios que deben ser arreglados, y rápido

Urge promover y apoyar la recuperación de edificios con mucha historia y de enorme valor para los mendocinos, en un caso se trata del Memorial de la Bandera de los Andes y el restante, la Basílica de San Francisco. Acumulan deterioros que malogran su prestación y los servicios para los cuales fueron creados.

Basílica de San Francisco. Imagen ilustrativa. / Gentileza
Basílica de San Francisco. Imagen ilustrativa. / Gentileza

Hay edificios, construcciones, que hacen a la historia de Mendoza y por todos los medios posibles debemos defenderlos y protegerlos. Los tenemos en servicio, son ponderados y queridos por la población y deben perdurar en el tiempo.

Uno de los inmuebles sobre el que queremos insistir es el Memorial de la Bandera del Ejército de los Andes, sobre la calle Virgen de Cuyo, en el Centro Cívico, frente a Casa de Gobierno. Hace tiempo que señalamos desde estas columnas que las salas que conforman el complejo se encuentran en un estado que demanda urgentes reparaciones.

Se han pronunciado al respecto patrimonialistas de nuestro medio e instituciones, entre otras la Asociación Cultural Sanmartiniana de Mendoza, de larga tradición en la provincia.

Los técnicos que inspeccionaron el conjunto han detectado filtraciones de humedad, registros de goteras en los techos, climatización inadecuada y termo higrómetros sin funcionar. Todas estas limitaciones ponen en riesgo los bienes que se guardan en ese complejo. Las autoridades del Ministerio de Cultura y Turismo de la provincia saben de la situación porque tiene su propio cuadro de situación y una interactuación con la entidad sanmartiniana y los profesionales que actuaron como asesores.

Se puede interpretar que el largo período de crisis sanitaria, a raíz de la pandemia de coronavirus, modificó la posibilidad de una intervención definitiva sobre la infraestructura que estamos describiendo, pero la actuación sobre las instalaciones no puede demorar mucho más.

Los actores de la sociedad civil consideramos imperioso no descuidar los aspectos simbólicos que hacen a la identidad de nuestro pueblo, toda vez que la misma es fundamental para la cohesión social y el sentimiento de unidad, tan necesario en estos tiempos de crisis.

Una situación parecida y quizá un poco más delicada acontece en la Basílica de San Francisco, en avenida España y Necochea, de Capital. El templo contiene la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo y, en ese lugar, antes de iniciar la cruzada libertadora, el general San Martín proclamó a esa advocación Patrona de Mendoza y Generala del Ejército de los Andes. Además, y muy importante, en la misma sede descansan los restos de la hija del Libertador, Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce.

El inmueble está la mayor del tiempo cerrado porque la comunidad franciscana que lo administra no tiene suficiente personal para cuidar los diferentes elementos que hay en su interior. Además, toda la estructura necesita intervenciones urgentes para que aspire a estar en óptimas condiciones.

Los techos filtran agua porque en el pasado hubo trabajos que se hicieron mal y ésas fueron las consecuencias. El sector donde se encuentran los restos de Merceditas, reliquias que merecen un amparo total y definitivo, es un ejemplo claro de deterioro y mala imagen.

Los expertos que han observado los daños temen que, en algún momento, de no mediar arreglos perentorios, los daños presentes en algunos puntos del edificio sean irreversibles.

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