Sigue en pie, afortunadamente, aunque con muy mal trato de su frente, que está vandalizado por graffitis y leyendas con aerosol de todo tipo, la hermosa casona de Godoy Cruz 310 esquina Patricias Mendocinas, en pleno centro de la ciudad de Mendoza.
Una casa de indudable valor arquitectónico y cultural de la provincia debe ser defendida y amparada por ley e incorporada al patrimonio provincial. Nos referimos a la casona de Godoy Cruz 310, esquina Patricias Mendocinas, que sufre el deterioro del paso del tiempo y de un inadecuado mantenimiento.
Sigue en pie, afortunadamente, aunque con muy mal trato de su frente, que está vandalizado por graffitis y leyendas con aerosol de todo tipo, la hermosa casona de Godoy Cruz 310 esquina Patricias Mendocinas, en pleno centro de la ciudad de Mendoza.
Es la casa que hizo construir como vivienda familiar el exgobernador de Mendoza por dos veces, Francisco José Gabrielli, a principios de la década del ’30, con proyecto del notable arquitecto y urbanista Daniel Ramos Correas, autor de grandes obras de uso público y privado, quien falleció en 1991.
Patrimonialistas, vecinos de la zona y exlegisladores han renovado su alerta para que se haga algo y no se pierda otra propiedad con historia dentro del radio céntrico mendocino, como lamentablemente ha ocurrido en otros momentos.
Desde 2011, la Cámara de Diputados de Mendoza tiene aprobada una iniciativa del diputado (MC,mandato cumplido) Aldo Vinci, quien impulsó -y argumentó- la declaración a favor del nonagenario inmueble como Bien del Patrimonio Cultural. Actualmente, la propiedad mantiene una declaratoria municipal de la Ciudad de Mendoza por ordenanza 3.037/91.
El esfuerzo por salvar al inmueble de una posible demolición para construir una propiedad horizontal determinó que el exlegislador pidiese su protección dentro del marco de la ley 6.034, que establece y regula la conservación y resguardo de bienes considerados integrantes del patrimonio cultural local.
Hubo, como se ve, una clara acción en este tema por parte de la Cámara baja, que no se ha visto convalidada en el Senado mendocino, donde el proyecto durmió el sueño de los justos.
Empero, ha trascendido que recientemente el expediente fue desarchivado por la Cámara alta y se encuentra a consideración en la Comisión de Cultura, Cultura y Deportes, que preside Gabriel Pradines.
Nadie debería oponerse a que se hagan los esfuerzos necesarios para que la casona en discusión siga en pie y se pueda aplicar en un futuro mediato a fines culturales en beneficio de la población, una vez que una ley la convierta en bien patrimonial y pueda ser administrada por el Gobierno provincial, a través de la Dirección de Patrimonio.
Hay muchas opiniones de especialistas en patrimonio que han estudiado la propiedad.
Una de ellas es la exinvestigadora del Conicet, Silvia Augusta Cirvini, doctora en Arquitectura.
Esta estudiosa sostuvo que “la casona merece cualquier empeño para mantenerla en pie, como se hizo con otras propiedades de Ramos Correas”. Describió su estilo de construcción como neo-colonial, muy propio de los años ‘20 y '30 cuando se levantó el inmueble, con ornamentos platerescos y del barroco español en su fachada.
Hoy por hoy el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), es el legítimo propietario de la residencia.
Si prospera el proyecto y se convierte en ley la declaración de bien arquitectónico provincial, la casona de Godoy Cruz y Patricias Mendocinas lograría un estatus similar al que ahora poseen otras construcciones patrimoniales similares, como la Casa Arenas, la mansión Stoppel, hoy museo Carlos Alonso (ambas en la avenida Emilio Civit) y la casona López Frugoni (Paso de los Andes esquina Civit).