Recientemente se realizó en Mendoza la apertura oficial de un campo deportivo que se desarrollará en las instalaciones de la Fundación Amigos por el Deporte (Fadep), ubicada en Maipú y que servirá de contención a niños de escuelas de fútbol barriales.
El proyecto involucra a entidades de nuestra provincia, como la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, a organizaciones deportivas y a una institución española, el Real Betis Balompié, el club emblemático de la ciudad de Sevilla.
Las actividades que ya se cumplen en el predio que la Fadep posee en el distrito de Russell, son organizadas por la Real Betis Academy, y en la gestión de este proyecto seguramente pesará la experiencia deportiva del presidente de Fadep, el exarquero de Godoy Cruz Antonio Tomba, Sebastián Torrico.
El jefe comunal capitalino, Ulpiano Suárez, puso en valor el trabajo conjunto entre las organizaciones. “Esto es una oportunidad para ratificar el compromiso de todos —las instituciones, el sector público, la sociedad civil y las familias— para acompañar a los chicos. Es muy importante, en esta edad, compartir, vivir los valores, trabajar en equipo más allá de los resultados”.
La propuesta ofrece una práctica formativa de nivel para niños y niñas de entre 4 y 13 años, quienes entrenarán bajo la metodología del club español.
Las jornadas incluyen sesiones intensivas, prácticas específicas para arqueros, entrega de uniformes deportivos (kits) y la elección diaria de un jugador destacado.
En principio ya están participando de la actividad chicos y chicas de escuelas barriales, como AFI, que pertenece al barrio La Favorita y Gladiadores, representantes del barrio Olivares, ambos de la ciudad de Mendoza.
Es altamente satisfactorio que iniciativas de este tipo se desarrollen en nuestro medio, pero es necesario que se amplíen y se inserten en otras comunidades del Gran Mendoza y otras partes de la provincia.
En el territorio, lamentablemente, se han perdido en los últimos años muchas entidades comunitarias, como clubes barriales, uniones vecinales, centros culturales y bibliotecas populares.
Departamentos como Luján de Cuyo, San Martín, Guaymallén y Maipú, para citar sólo algunos ejemplos, han dejado de contar con clubes barriales de años de arraigo, donde semana tras semana pibes de esas jurisdicciones tenían la posibilidad de la práctica deportiva con instructores habilitados para la enseñanza y hasta la posibilidad de controles de salud periódicos.
Toda esa contención se ha perdido y es causante de que muchos adolescentes frecuenten más la calle y no puedan recurrir al amparo y protección que brindaban organizaciones barriales o distritales como las descriptas, sostenidas generalmente por vecinos solidarios y altruistas.
Por eso aprobamos la tarea formativa que se lanzado en el campo de la Fundación Amigos del Deportes y el trabajo que se ha puesto en marcha como herramienta de transformación social de los grupos infantiles y juveniles, que constituyen una de las fortalezas de la comunidad mirando hacia el futuro.
La labor que se ha puesto en marcha recuerda a otra valiosa experiencia comunitaria-educativa, puesta en ejecución por el Club Godoy Cruz Antonio Tomba, en la sede de Coquimbito (Maipú), institución que amplió sus instalaciones de la ruta 60 con una escuela para que los chicos puedan entrenar, jugar y aprender en el mismo espacio.