13 de octubre de 2025 - 00:00

Atacar de fondo la crisis estructural educativa

El nuevo informe de Argentinos por la Educación confirma un deterioro en la calidad y la equidad educativa. El desafío es urgente, hay que repensar la enseñanza, sobre todo en Matemática.

Los datos son tan claros como inquietantes, apenas 10 de cada 100 alumnos que ingresaron a la primaria en 2013 llegaron al último año de la secundaria en el tiempo esperado y con los aprendizajes requeridos. La información, difundida por la organización Argentinos por la Educación, es una radiografía de la crisis estructural que atraviesa nuestro sistema educativo, con un fuerte impacto en el futuro del país.

El dato marca, además, un retroceso. En 2022, con la cohorte que inició la escuela en 2011, 13 de cada 100 estudiantes alcanzaban el final del secundario en tiempo y forma. La nueva medición confirma que la tendencia es de deterioro, con una caída preocupante en Matemática como principal causa.

Las pruebas Aprender 2024, conocidas en junio, mostraron que apenas el 14,2% de los estudiantes de último año logró un desempeño satisfactorio en Matemática y ninguno alcanzó el nivel avanzado. Este resultado desnuda la urgencia de transformar la manera en que se enseña la disciplina, pues el pensamiento lógico-matemático es clave para la vida cotidiana, el acceso al trabajo y el desarrollo científico y tecnológico del país.

En este punto, es necesario reconocer que la enseñanza de Matemática no puede quedar limitada a una sola materia. Debe trabajarse de manera transversal en distintos espacios curriculares, articulando la práctica con problemas reales, fomentando la curiosidad y el pensamiento crítico. La fragmentación del saber no hace más que profundizar las dificultades de aprendizaje.

El Ministerio de Capital Humano anunció en julio un Programa Nacional de Fortalecimiento de Matemática, con la intención de resignificar los modos de enseñanza. Habrá que ver si la iniciativa logra trascender el anuncio y se traduce en políticas sostenidas, con capacitación docente, materiales actualizados y acompañamiento escolar.

En contraste, Lengua mostró una leve mejora: el 58% de los alumnos alcanzó el nivel esperado, con un 6,3% en desempeño avanzado. También las trayectorias escolares, otro indicador del índice, no empeoraron. Pero la mejora parcial en Lengua no compensa la crisis profunda que revelan los resultados en Matemática.

El desafío, entonces, no es menor . Si solo uno de cada diez estudiantes finaliza la secundaria con aprendizajes adecuados, el futuro educativo, laboral y social del país está en riesgo. La educación argentina necesita una respuesta urgente, integral y sostenida que deje de ser materia de diagnósticos y se convierta, finalmente, en política de Estado.

Ningún gobierno nacional de los últimos tiempos le ha dado a la educación el papel que se merece en la jerarquía de las políticas públicas, pero este gobierno en particular no sólo ha descendido el ministerio de Educación a secretaria, sino que, junto a ese cambio nominal, las necesarias políticas de ajuste en la macroeconomía del país han actuado en el sistema educativo, desde el primario al universitario, sin seleccionar lo que se puede ajustar de lo que no sólo es imprescindible mantener, sino incrementar.

En Mendoza, aunque en general los promedios sean mejores, no escapamos a esta realidad nacional porque, además, es imposible hacerlo. Por eso, todo esfuerzo que se haga desde las políticas provinciales es invalorable, además de reclamar, en nombre de un necesario federalismo, que el gobierno de la Nación cumpla con su deber.

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