El espesamiento y filtrado es ideal para la minería moderna, porque permite una recirculación hídrica de hasta el 97% y garantiza seguridad en zonas sísmicas.
La eficiencia en el uso del agua es un requisito fundamental en provincias como Mendoza.
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El espesamiento y el filtrado de los líquidos resultantes de la explotación minera se presentan como una tecnología recomendada y el estándar para nuevos proyectos en Argentina. Fernando Samanez, vicepresidente de Ventas Proyectos Mineros Sudamérica de Metso, uno de los líderes globales relaves espesados, detalla cómo estos emprendimientos pueden alcanzar estándares de sostenibilidad y seguridad.
Estas soluciones, que incluyen espesadores de alta densidad y filtros, son la referencia para ingenierías internacionales al definir criterios de estabilidad, reducción de humedad y recuperación de agua.
La gestión responsable del agua se ha consolidado como un pilar fundamental en la estrategia de sostenibilidad de Metso, especialmente en el sector minero, donde el recurso hídrico es cada vez más escaso y esencial para el procesamiento de minerales.
Samanez habló con Los Andes y afirmó que hoy muchos proyectos nuevos en Sudamérica están migrando a sistemas de relaves espesados.
Señaló que, aunque la tecnología a utilizar depende del volumen, para operaciones de tamaño considerable, como PSJ Cobre Mendocino (estimado en 15 millones de toneladas al año), se requeriría una combinación de filtrado con espesamiento.
Este enfoque, conocido como la gestión de relaves espesados y filtrados, es esencial para la sostenibilidad en el tiempo. La clave es que los relaves pueden acumularse y transportarse en correas, evitando la necesidad de una poza tradicional y permitiendo la recuperación del agua.
Una preocupación central en Mendoza, una zona sísmica, es la estabilidad física de las instalaciones. Samanez enfatizó que los equipos suministrados por Metso y otros fabricantes son diseñados específicamente para tomar en cuenta las normas sísmicas de nivel tres o cuatro, comunes en regiones como Perú, Chile y Argentina.
En este sentido, un sistema de relavera filtrada y espesada es una alternativa más segura y económica en el largo plazo que la construcción de una presa de relaves tradicional.
Se considera que el estándar actual -espesamiento, mayor estabilidad física y menor humedad- es la práctica recomendada para proyectos nuevos que buscan avanzar en el país.
En provincias áridas como Mendoza, la eficiencia en el uso del agua es un requisito fundamental. Esta tecnología permite operar con consumos extremadamente bajos, como los que plantean los proyectos de flotación modernos.
Existen operaciones a nivel mundial que logran recircular hasta el 97% del agua, consumiendo solamente un 3% de agua fresca. Filtrar los relaves es fundamental, ya que esta técnica permite recuperar prácticamente el 90% del agua y evita pérdidas significativas por evaporación, un fenómeno común en las relaveras húmedas.
En general, las plantas que son eficientes logran recuperar entre el 95% y el 96% del agua para su recirculación. Estos niveles de recuperación hídrica son consistentes con lo que piden las normativas provinciales, nacionales e internacionales, ya que las normas son muy similares a nivel global.
Los proyectos nuevos que buscan aprobación ambiental en Argentina deben alinear sus soluciones tecnológicas con estándares internacionales. La empresa trabaja con proyectos auditados bajo regulaciones clave como IFC, GISTM e IRMA.
Samanez sostuvo que la misión de Metso es ser una empresa sostenible y que diseñan equipos para ser más eficientes en el consumo de energía y agua, buscando una vida útil larga para operaciones de 20 o 25 años.
Un proyecto que utiliza relaves espesados y flotación mecánica con reactivos biodegradables está alineado con lo que se considera la “minería moderna y responsable”. El objetivo de estas tecnologías es asegurar que el relave final sea básicamente "tierra estéril, húmeda", minimizando cualquier contaminante tóxico para el medio ambiente.
