Con salarios que no se recuperan, el presupuesto familiar es cada vez más ajustado y el consumo en la Argentina atraviesa una etapa de financiamiento forzado. De este modo, las tarjetas de crédito se han convertido en el principal sostén para llegar a fin de mes. En ese contexto, el uso las cuotas sin interés o con las tasas que se ofrezcan, alcanzó niveles récord durante las Fiestas de Fin de Año.
De acuerdo con datos publicados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y replicados por la agencia Noticias Argentinas, este cierre de año marcó un pico en la decisión de las familias de tarjetear consumos básicos y extraordinarios. El crecimiento ha estado impulsado por la imposibilidad de afrontar gastos corrientes con ingresos disponibles; situación que –según diversos economistas- tampoco es fácil por los altos niveles de endeudamiento dentro de los hogares argentinos.
Desde el Gobierno, sin embargo, observaron este fenómeno como positivo por el mayor blanqueo de la economía. El cambio de comportamiento quedó en evidencia ya en octubre, cuando el uso de las tarjetas de crédito superó por primera vez al de débito. De este modo, el consumo dejó de apoyarse en dinero disponible y pasó a depender crecientemente del endeudamiento.
Con una inflación del 2,5% en noviembre y gastos que crecen por encima de los ingresos, las tarjetas se transformaron en la principal vía para sostener consumos cotidianos, pero también pagos en dólares, principalmente vinculados a viajes y vacaciones. Según el informe sobre pagos del Banco Central, el uso de la tarjeta de crédito creció 7,4% en cantidad de operaciones y 1,8% en montos reales, con 188,9 millones de pagos realizados por un total de $10 billones.
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Los canales más utilizados fueron POS y QR, que concentraron el 40% de las operaciones, seguidos por el e-commerce, con el 37%, y el débito automático, con el 14,2%. En ese marco, el QR interoperable explicó el 4,7% del total de pagos con tarjetas de crédito, según el BCRA.
La modalidad de pago también reveló cierta tensión financiera ya que el 90,7% de las operaciones se realizó en un solo pago, aunque estas concentraron solo el 73,8% de los montos. Según los analistas, los datos reflejaron consumos fragmentados y montos contenidos, en un intento por no sobrecargar el crédito disponible.
Baja en la tarjeta de débito
En contrapartida, el uso de la tarjeta de débito mostró una fuerte retracción. En octubre se registraron 177 millones de transacciones por $4,7 billones, con una caída interanual del 13,3% en cantidades. El dato puede leerse como la menor disponibilidad de efectivo en las cuentas de los consumidores.
El endeudamiento también se extendió al consumo en moneda extranjera. En octubre se realizaron 10.300 transacciones en dólares por US$6,4 millones, de las cuales el 99% se canalizó a través del e-commerce. Desde la habilitación de los pagos en dólares con tarjeta de débito, en febrero de 2025, se acumularon 44.810 operaciones, por un total de US$31,4 millones.
Así, en un escenario de ingresos rezagados y gastos en alza, el crecimiento del uso de tarjetas no responde a una expansión del consumo, sino a una estrategia de supervivencia financiera, donde el crédito reemplaza al salario como principal herramienta para sostener el día a día.