20 de julio de 2025 - 09:05

Pymes: empresas prevén un segundo semestre con márgenes mínimos y agobio financiero

En una situación contradictoria que baja la inflación y sube el costo argentino; golpea el consumo masivo y alienta el de durables; las pymes buscan sobrevivir.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) parecen ser uno de los principales sujetos del ajuste que comenzó hace un año y medio y que no tiene fecha de cierre en el mediano plazo. Pese a que buena parte del sector empresario del país apoya y ha bendecido el nuevo modelo desregulatorio planteado por el gobierno de Javier Milei, la mayoría hoy acusa recibo de una situación compleja y, en muchos casos, límite.

De cara al segundo semestre, aunque la mayoría rebusca su cuota de esperanza y cada día apuesta por salir adelante, muchos ven un panorama oscuro con matices. El último informe publicado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó que aumentó la proporción de empresas que perciben una situación peor a la del año pasado.

De este modo, tanto a nivel sectorial, como empresarial y nacional las expectativas desmejoraron en abril en función de la encuesta realizada en la entidad más representativa de la industria a nivel nacional. El mismo trabajo advirtió que se moderó el optimismo hacia el futuro con una menor proporción de empresas que prevé mejoras en su situación económica empresarial (57,8% vs. 62% en el relevamiento anterior), en su sector de actividad (52,2% vs. 57,5%) y a nivel país (64,3% vs. 68,6%).

Esta situación se condice con los datos de baja de consumo y de actividad. Un informe elaborado por la consultora del economista Raúl Mercau, director de la carrera de Economía de la UNCuyo, sobre lo sucedido en el primer semestre de 2025. “Las variables financieras parecen estar estabilizadas; sin embargo, la situación de las reales (actividad y empleo) no muestran signos importantes de recuperación, especialmente en Mendoza”, destacó este trabajo.

En función del Indicador Sintético de la Actividad Económica provincial, los primeros cuatro meses del año, la economía local habría crecido un 1,5% respecto del mismo período de 2024. Como dato a tener en cuenta, en el mismo lapso la Nación creció 6,3%. En Mendoza, el empleo, según la Encuesta de Indicadores Laborales ha caído 0,2% durante los primeros cuatro meses de 2025 -0,2%. Asimismo, los datos de SIPA, dieron cuenta de un leve crecimiento del empleo registrado privado total, 1% hasta marzo de este año.

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En consonancia con estos datos, se muestra que la Demanda de Energía en Mendoza disminuyó 4,8% durante los primeros 4 meses del año 2025. Este es un indicador indirecto de la actividad económica ya que registra el consumo de las grandes demandas de energía de los sectores y actividades económicas de la provincia. De igual modo, la variación a precios constantes de la recaudación de los impuestos que se relacionan con la actividad económica es un indicador también indirecto de la evolución de la economía provincial. La recaudación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos también mostró una caída durante los primeros 4 meses del año y fue de 3,5%.

Situaciones contrapuestas y esperanzas bajas

Para intentar comprender lo que puede pasar en el segundo semestre de 2025, es importante mirar lo sucedido debido a que en el corto o mediano plazo no se ve un cambio sustancial. En este sentido, Mercau destacó que hay datos contradictorios que por un lado muestran cierta recuperación del salario y, por el otro, una caída del empleo. Del mismo modo, en los primeros cuatro meses del año mientras el consumo masivo en supermercados se derrumbó 7%, en los shoppings hubo una mejora del 12%. “El primer trimestre de 2025 mostró una caída importante en las ventas de supermercados (-10%), lo que evidenció las dificultades de los consumidores para recuperar su poder compra de los artículos de primera necesidad”, expresó Raúl Mercau.

Aquí artículos de limpieza, almacén, carnes y lácteos fueron los que más cayeron lo que reflejó las dificultades del poder de compra del salario y afecta de manera directa a la industria y al comercio. Con relación a los contrapuntos, también es cierto que la compra de activos en el sector inmobiliario creció 20% en el primer trimestre y que venta de autos también ha crecido 29% en primer trimestre. “En el flujo la situación no es muy buena pero hay gente que aprovecha esta situación de precios relativos”, advirtió el economista.

En coincidencia, Mauricio Badaloni, integrante del Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), observó esta situación contrapuesta entre lo que sucede en los diversos sectores y advirtió riesgos si no se modifican algunas políticas. “La problemática de las pymes es que los costos aumentan en dólares y no se ve una recuperación”, reflexionó Badaloni. Agregó que la posibilidad de importar más barato por la baja de impuestos no se percibe en menores costos para las empresas y que la mejora del salario en dólares solo se traslada a bienes durables como autos e inmuebles.

“Al igual que las familias, el resto de la matriz productiva está fuertemente afectada la suba de impuestos, electricidad, servicios, etc. por lo que los servicios se llevan una buena cuota parte de los ingresos”, expresó el referente de la UIA. Con una lectura similar entre los contrapuntos, Rubén Palau, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), advirtió que la baja de la inflación actual es importante, pero que puede salir “cara” a los argentinos. En este sentido, alertó que muchas pymes han buscado reconvertirse para no morir y han comenzado a importar debido a que se trata de una opción que hoy es más económica y accesible. El dirigente, sin embargo, expresó: “De nada sirve comprar más barato si nadie te compra de todos modos”.

Tomate industria

Santiago Laugero, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), comentó que se observa una ralentización de proyectos y una retracción en las decisiones de inversión. “En este marco, el segundo semestre se prevé difícil”, anticipó el referente empresario. Laugero también expresó que la agroindustria y la vitivinicultura mendocina atraviesa un mal momento, con márgenes que se achican cada vez más y resultados operativos cercanos a cero. “Por ejemplo, todavía no ingresan latas de durazno de Grecia como sucedía en los 90, pero los industriales ya no saben qué más recortar para no terminar de caer”, detalló el presidente de la FEM.

En tanto, mientras las propiedades usadas han mejorado sus ventas, tal vez de la mano del blanqueo y las perspectivas de incremento de precios de los inmuebles; la construcción todavía se mantiene lenta. Laugero, quien además es empresario de la construcción, afirmó que los principales proyectos en danza son para el segmento ABC1 sostenido por los inversores. Aquí surge la pregunta del tamaño de la plaza para este mercado mientras el incremento de costos en dólares y la no recuperación de los precios de venta para no ir a pérdida, obliga al sector a hacer números y a esperar.

Sin crédito y sin consumo

La esperanza es que los créditos hipotecarios se “masifiquen” y motoricen un sector tan dinamizador de la economía y el empleo en general como es la construcción no está entre las expectativas de este segundo semestre. En este sentido, Diego Stortini, integrante de la Comisión Directiva de la FEM, expresó que esta herramienta todavía no aparece como motor pese al buen arranque que tuvieron en su momento. “Los consumidores finales, poseen el límite de su poder adquisitivo por lo que para el segundo semestre la perspectiva está puesta en proyectos de inversión específicos, públicos o privados”, comentó Stortini.

La situación de los hipotecarios se replica en el resto de los créditos por lo que hoy para las pymes es casi imposible acceder. “El financiamiento está muy caro, con tasas de interés imposibles que son de entre el 30% y el 40% con una inflación estimada en 25%”, destacó Mauricio Badaloni de la UIA. Aquí se esperaba una baja de tasas que no se ha dado con un nuevo agravante en el panorama para el semestre que resta.

Se trata de la eliminación de la exención del impuesto a las ganancias para los aportantes a los fondos de riesgo de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). Según CAME esto complicará aún más el acceso al crédito de las pymes ya que la reforma del régimen fiscal impactará negativamente en la posibilidad de toma de préstamos. Las SGR fueron definidas por esta entidad nacional como “uno de los instrumentos más eficientes, inclusivos y federales para el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas”.

De este modo, no es fácil tomar un préstamo para las pymes que están en una situación límite tanto por consumo como por costos. Según explicó Santiago Laugero de la FEM, el bajo acceso al crédito desincentiva la inversión y la decisión de llevar adelante nuevos proyectos. Por su lado, Rubén Palau de Apyme expresó que la dificultad para conseguir crédito es notable y que solo se hace cuando no queda otra para tapar agujeros financieros como sucedió con el pago de aguinaldos. “Muchos tuvieron que pagarlo en dos cuotas, lo que evidencia que el dinero disponible no se vuelca al consumo sino a cubrir gastos esenciales”, advirtió Palau.

De cara al segundo semestre, la tasa continuará así lo que en palabras de los empresarios desincentiva la inversión y se estaría lejos de generar un rebote económico que no se percibe ni se ve en el horizonte. La baja del consumo medida en el primer cuatrimestre de 2025 por la consultora de Mercau en función de los datos oficiales del Indec y la DEIE, podría repetirse o profundizarse en mayo y junio. Es que en la percepción de los comerciantes los primeros meses del año habían tomado un ritmo que se frenó en abril con mínimas expectativas para el segundo semestre. En tanto, las elecciones de octubre –como suele suceder- frenandecisiones al tiempo que las expectativas de una recuperación del salario y la economía no son positivas.

Crecen casi 40% préstamos por los créditos hipotecarios

Stortini destacó que el comercio minorista es el sector más golpeado y que si bien la baja inflación ayuda al orden, el consumo sigue retraído. “Las micro y pequeñas empresas sienten el impacto con fuerza y hay más cierres que apertura”, alertó Stortini. Al igual que en otros sectores las firmas operan en el límite y la informalidad crece como una manera de bajar costos. La situación del comercio es similar a la del turismo, pese a que las vacaciones de invierno trajeron cierto alivio no al sector sino a empresas puntuales.

Impuestos y costos: un ancla que hunde a las pymes

En este marco, Stortini, también empresario turístico, apuntó que hoy las pequeñas y microempresas del rubro la tienen muy difícil. Se trata, en su mayoría, de establecimientos de baja escala que enfrentan una estructura de costos muy pesada —en especial en tres frentes: laboral, energético e impositivo. “Esta combinación obliga a muchos a replantearse su modelo de negocio”, comentó Stortini quien señaló el combo entre la caída de turistas extranjeros y de la salida de argentinos al exterior. Más allá de la calidad o las alternativas, el destino no es tentador por precios ni para unos ni para otros dado el tipo de cambio planchado y la suba de costos; situación que tendería a mantenerse en el segundo semestre.

Para los próximos seis meses, las expectativas de no repunte en el consumo se suman las de que no habrá cambios en el famoso costo argentino en donde el peso de los impuestos impacta sobre los precios de la industria argentina. Esta situación es clave en toda la cadena productiva que invierte, da trabajo y podría aportar a la mejora salarial. Sin embargo, la crisis actual favorece la informalidad en una suerte de círculo vicioso que parece no tener salida, “¿Quién tiene el valor de juzgar a un emprendedor que recurre a la informalidad para sobrevivir o abrir un negocio para ganarse la vida honestamente?”, se preguntó Stortini.

“El combustible sigue en alza y se suma al costo de tu comercio y producción”, señaló Palau, referente de Apyme. Coincidió en que el aumento de la informalidad no solo tiene que ver con los impuestos sino con la suba de servicios. “Por el peso del alquiler, muchos se fueron del galpón a un garaje”, ejemplificó Palau. En general, los referentes empresarios destacaron que la actual presión fiscal es excesiva y en muchos casos la transforma en confiscatoria. Pese a que desde la UIA han manifestado una visión positiva de las desregulaciones en líneas generales, desde hace tiempo se viene alertando sobre el peso de los impuestos en la producción.

“Hay una necesidad de no seguir igual ya que los cambios realizados no han tenido el impacto esperado y los impuestos no han bajado”, señaló Badaloni. Para este referente tanto los tributos nacionales como provinciales y municipales tienen un peso significativo en la estructura de costos difícil de sostener en la actualidad. A esto hay que sumar el peso de contratar personal así como de los impuestos regionales que al final del día incentivan la informalidad. “Se pide una nivelación de la cancha, la eliminación de las distorsiones como son las retenciones ya que son extras que carcomen los márgenes y las rentabilidades”, subrayó Badaloni.

Es que los altos impuestos no están solos sino que vienen con la suba de tarifas y combustibles lo que hace más difícil la ecuación de cara al segundo semestre. Hay que tener en cuenta que las pymes que aguantan lo hacen desde hace más de un año y medio lo que ya ha tenido un alto impacto en el aumento del trabajo informal y el desempleo. “Los impuestos no han bajado, subieron los servicios y no se puede bajar más el precio del producto”, apuntó Rubén Palau. Sumó que muchas pymes están “reventando” sus bienes con tal de vender, pero que se han quedado sin stock y no será fácil la reposición porque pese a la baja de la inflación, los costos van en alza.

La situación se repite en casi todos los sectores con perspectivas complejas hacia adelante. En general, los que apoyan el modelo temen que la lentitud en nivelar la cancha termine de “romper” el entramado productivo. Se espera que haya habido un aprendizaje de lo sucedido en los 90 ya que si bien es clave bajar la inflación porque ordena todas las variables, no es el único frente a atacar. “La industria local sigue penalizada y es importante corregir los problemas de fondo que hacen al costo argentino”, comentó Badaloni que agregó que la UIA forma parte de un comité para debatir una nueva ley laboral e impositiva como la dirección clave a seguir.

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