La Argentina, al igual que gran parte del mundo, atraviesa un proceso de reconfiguración laboral. Las plataformas de transporte y reparto como Uber y Rappi, antes asociadas principalmente con trabajos informales y sin formación universitaria, hoy abarcan perfiles cada vez más diversos. Profesionales, técnicos, estudiantes y jubilados recurren a estas aplicaciones para complementar sus ingresos o mantenerse activos.
Un informe del Banco Mundial advierte que la llamada gig economy -economía de trabajos esporádicos o freelance en plataformas digitales- sigue consolidando su expansión en países en desarrollo como Argentina.
En la actualidad, más de 435 millones de personas dependen de este modelo laboral. Entre 2016 y 2023, la demanda de este tipo de trabajos creció un 41%. El crecimiento estuvo vinculado, en gran parte, a la falta de oportunidades en el mercado formal, con mayor impacto entre jóvenes y mujeres.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de cada cuatro trabajadores informales en Argentina está vinculado a plataformas de reparto o transporte. Solo en 2023, acorde a los últimos datos disponibles, Uber reportó más de cinco millones de viajes realizados en Argentina desde su llegada al país.
Según estimaciones de la consultora Focus Market en 2024, un conductor que trabaja unas 30 horas semanales puede alcanzar ingresos brutos de aproximadamente $441.000 al mes, mientras que quienes manejan 50 horas pueden superar los $550.000. A estos montos deben restarse entre un 30% y un 50% por gastos operativos como combustible, mantenimiento y seguros.
Qué dicen los conductores que eligen este trabajo
“En vez de estar tirado mirando reels, salgo a manejar”, dice Santiago, que tiene 25 años, y trabaja en gastronomía. Empezó hace dos semanas a conducir en Cabify. Él y sus hermanos quieren organizar una fiesta de cumpleaños para su padre: ‘’Está bueno como para poder darme un gusto sin tener que descontar de mi sueldo base’’, dice.
Cuenta que entre semana suele ganar entre $5.000 y $7.000 por hora, mientras que los fines de semana, entre $7.000 y $12.000 por hora.
Los autos de Cabify salen a la calle e inician la era de las app
Los autos de Cabify salen a la calle e inician la era de las app
Aún así, a nivel internacional Buenos Aires figura entre las ciudades donde menos se paga por kilómetro recorrido, apenas USD0,17: 8 puestos por debajo de Montevideo y 6 por debajo de Santiago de Chile. Estas aplicaciones operan acorde a la oferta y demanda de autos y pasajeros en una zona específica.
A través de comunidades digitales como TikTok, grupos de WhatsApp o Facebook, los conductores veteranos advierten a los que recién empiezan: “Hay horarios muertos -tipo 10 de la mañana- donde no hay solicitudes. En esos casos, conviene salir en las franjas de mayor demanda, como los viernes o sábados por la noche, o cuando llueve, que ahí podés levantar $16.000 o $18.000 por hora”. El mismo usuario avisa que el piso razonable ronda los $9.000 por hora: “Si estás ganando menos, algo estás haciendo mal”.
Según un estudio de 2021, solo el 11% de los conductores de Uber en Argentina son mujeres. La seguridad, en muchos casos, es un factor decisivo. Mariana, que lleva más de un año trabajando en la aplicación, asegura que el sistema de calificaciones le permite filtrar a quién acepta: “Antes de confirmar un viaje, me guío por la antigüedad del usuario y el puntaje que tiene”.
Una vez que se genera la solicitud y el viaje es aceptado, ambas partes pueden ver la puntuación del otro. Para tener una idea del sistema: se necesitan alrededor de 13 calificaciones de una estrella (sobre 500 evaluaciones) para que la calificación de un conductor baje de 5.0 a 4.9.
A pesar de ser vistos con malos ojos, algunos avances dentro del mundo tech empiezan a mostrar, cada vez más, su costado democratizador, al menos para quienes necesitan un salvavidas económico o una excusa para no sentirse solos. Lo que antes se consideraba un empleo informal o transitorio, hoy aparece como una alternativa concreta para sostener proyectos o un estilo de vida.