La Federación Económica de Mendoza (FEM) es tal vez la cámara empresaria de mayor trayectoria y popularidad en la provincia. Debido a que está integrada por otras asociaciones y no por personas o empresas en el sentido estricto, se trata de una cámara de segundo grado. En este marco, esta semana la FEM renovó autoridades y Santiago Laugero volvió a quedar al frente como presidente. De este modo, el empresario de la construcción y del turismo transitará su segundo periodo de dos años a la cabeza de esta institución. En los primeros puestos estará acompañado por Franco Totero como secretario (Asinmet) y Graciela Rovera como prosecretaria (comercio exterior) y primera mujer en uno de los puestos jerárquicos de esta mesa.
En la nueva conformación de la mesa directiva, la FEM mantuvo algunas caras en determinados cargos, pero también renovó los nombres en sus diversas comisiones con el objetivo de incentivar la participación de los jóvenes. “La FEM venía algo golpeada y estos dos años fueron de ordenamiento interno. Ahora viene un proceso de continuidad”, expresó Santiago Laugero. Con el foco puesto en las pymes y el emprendedurismo, la Federación Económica está formada por 45 cámaras que se reparten en todos los departamentos de la provincia y en la mayoría de las actividades económicas.
Esta fue una de las modificaciones llevadas adelante por la gestión anterior y que tuvo que ver con que las entidades miembro no fueran “sellos de goma” sino espacios realmente activos. “Había 60 cámaras que formaban parte de la institución y dentro del estatuto se planteó que las organizaciones debían demostrar su actividad y que estaban ordenadas”, comentó Laugero. A partir de esto, se completó una documentación y hubo una depuración natural de la cantidad. “La FEM es tal vez la entidad empresaria con mayor representatividad y arraigo en Mendoza”, se enorgulleció el presidente reelecto.
En este sentido, Graciela Rovera quien ya estaba en la comisión, ahora estará para acompañar a la gestión de cerca. “Hay muchas cosas para hacer en la Federación Económica”, comentó Rovera. Como especialista en comercio exterior ella lleva adelante una asesoría sin cargo para los socios de las cámaras con atención específica, pero con su nuevo rol de prosecretaria ahora abarcará otras áreas con una impronta diferente para la FEM.
La agenda en medio de una coyuntura compleja
“Continuidad y recambio” han sido las dos patas complementarias que se buscaron con la nueva mesa directiva de la FEM, una entidad que posee una vida interna muy fuerte con reuniones semanales y alta participación por parte de los distintos sectores productivos. “Trabajamos en forma coordinada con otras cámaras locales y nacionales, pero muy fuerte con la Confederación Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa (CAME)”, puntualizó Laugero. Agregó que también están en contacto constante con espacios de los gobiernos nacional, provincial y municipales con el fin de promover soluciones para los distintos sectores empresarios.
Santiago Laugero reclamó por obras estratégicas en el 70 aniversario de la FEM.
Santiago Laugero fue reelegido por dos años más al frente de la FEM
“Somos una entidad gremial empresaria que hoy está atravesada por diversas problemáticas ya que las pymes estamos en momentos muy complejos”, dijo el referente empresario. El contexto es conocido por todos y es la baja del consumo que no repunta y dificulta la supervivencia no solo de los comercios sino también de muchas industrias. En este sentido, hoy la FEM está en conversaciones con el Banco Nación (BNA), una de las entidades financieras con las que suele trabajar de manera mancomunada junto al Credicoop. “Las carnicerías y muchos otros negocios de barrio han sentido muy fuerte la desaparición de la promoción con BNA que servía para sostener parte de las ventas”, lamentó Laugero.
Así, la Federación buscar formar frentes internos y presentar planteos constructivos frente a los tomadores de decisiones con el objetivo de mejorar la situación de las pymes. Además de capacitaciones en general, organiza una importante ronda de negocios internacional. “Esta será la sexta edición y se incorporará a Perú”, detalló Rovera. Además la FEM será parte del módulo de Empretec, una fundación que trabaja con emprendedores y que será parte de una formación del Ministerio de Producción. También participó junto a la Cecitys del sistema de vigilancia con cámaras en el centro al tiempo que, entre otras cosas, ofrece asesoramiento profesional a las cámaras miembro. “Tenemos una agenda fuerte sin perder de vista los problemas del día a día”, subrayó Laugero.
En la actualidad, además de las ventas que no repuntan hay dos preocupaciones clave que podrían resumirse en una. Por un lado, está el impacto de las tarifas de servicios públicos por el reacomodamiento de precios y, por el otro, la presión impositiva que en el contexto actual agobia a la mayoría de las pymes. “Un ejemplo transversal porque afecta a todos los sectores de la economía es el costo de la energía ya que hoy Mendoza es una de las provincias que posee uno de los costos de luz más altos”, señaló Laugero.
Agregó que buena parte del valor actual de la boleta tiene que ver con los impuestos provinciales que presionan sobre el número final y que, desde la visión de la FEM, puede dejar afuera a más de una empresa. “El alto costo argentino afecta la competitividad del sector privado y hoy la situación energética es bisagra”, apuntó el dirigente. Es que si bien desde la Federación destacaron la apuesta provincial por los parques solares, advirtieron que las inversiones privadas en ese sentido no siempre son rentables. Esto porque la reinyección de energía al sistema se toma con un valor muy bajo en comparación con el que se paga por la luz; un precio altamente impactado por los impuestos si se lo compara con el de otras provincias.
De este modo, ambas cuestiones (tarifas e impuestos) podrían reducirse a la alta presión impositiva de la que Mendoza no está exenta y en donde a veces lleva la delantera. Este es uno de los puntos clave del proyecto de Ley de Promoción de Inversiones y Empleo que se trabaja, pero aún no se trata en el Congreso. La propuesta es impulsada por la FEM junto con la CAME, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Mendocina (UIM); entre otras entidades. El objetivo de esta es nivelar la cancha para incentivar inversiones por parte de las pymes, de un modo similar a como se hizo con el RIGI en función del alto costo argentino mencionado y de la dificultad de competir en igualdad de condiciones.