6 de junio de 2025 - 19:09

Gastronomía en crisis: cierran dos emblemáticos restaurantes premiados por la Guía Michelin

Están en Buenos Aires y son dos de los 56 locales porteños reconocidos por la prestigiosa guía se vieron obligados a tomar esta determinación.

El complejo escenario económico en la Argentina sigue afectando a diversos sectores y la gastronomía de lujo no es la excepción. En este caso, dos de los restaurantes recomendados por la Guía Michelin ubicados en la Ciudad de Buenos Aires anunciaron su cierre definitivo.

Se trata de Franca y Sál, dos de los 56 restaurantes porteños recomendados por la guía. "La situación no es temporal y eso es lo grave. No se puede ver a dónde termina esta crisis", aseguró un gastronómico con más de 20 décadas de experiencia.

Franca dará su último servicio este sábado, mientras que Sál ya bajó las persianas a finales de mayo. Tras el reconocimiento obtenido con Julia, el chef Julio Báez inauguró Franca a finales de 2022. Sin embargo, recientemente anunciaron en la cuenta de Instagram de Franca: "Este cierre es el resultado de una realidad económica que nos toca profundamente y ya no podemos sostener."

Cierran dos emblemáticos restaurantes de Buenos Aires de la Guía Michelin
Cierran dos emblemáticos restaurantes de Buenos Aires de la Guía Michelin

Cierran dos emblemáticos restaurantes de Buenos Aires de la Guía Michelin

"Los restaurantes no son ajenos a los mismos problemas que tenemos todos en nuestra economía doméstica, lo ves cuando vas a la verdulería, a la carnicería, al supermercado", expresaron desde Franca.

Además, aseguran que la baja sostenida del turismo internacional también influyó en este panorama. "El turismo cayó mucho y se nota. Tal vez no afecta tanto a los lugares top top como Don Julio, pero a los que vienen atrás los mata".

Nicolás Díaz Martini, chef a cargo de Sál, expresó en diálogo con La Política Online las dificultades que enfrentan quienes están al frente de estos proyectos gastronómicos.

Según explicó, "Buenos Aires es carísimo respecto de cualquier lugar del mundo. La competencia ya no es contra otro restaurante, es contra comprarte un par de zapatillas o ir al teatro. Eso te obliga a ser recontra prolijo con los números, pero igual, si se te rompe el horno o la heladera es un desbarajuste."

"En la gastronomía la caída es rápida y aguantar es muy difícil. Todo va a una velocidad imposible de frenar. La crisis del campo en 2008 y 2009 fue difícil, pero pasó rápido. El último año de Macri fue muy malo, pero sabías que se iba y venía alguien nuevo. Acá no se entiende qué puede pasar", se lamentó.

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