El Gobierno se encamina a profundizar el ajuste fiscal con el objetivo de alcanzar un superávit del 1,6% del PBI en 2025, una meta incluso más exigente que la acordada con el FMI, que era del 1,3%. Así lo manifestó el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de sus redes sociales.
Por instrucción del presidente Javier Milei, los ministros deberán intensificar los recortes en sus áreas para contribuir al cumplimiento de esta meta autoimpuesta. La directiva se transmitió durante la última reunión de gabinete, y Caputo ya trabaja en los números para informar a cada ministerio cuánto deberán ajustar sus partidas.
Desde el inicio de su gestión, Milei ha pedido a sus funcionarios una fuerte reducción del gasto público, con especial énfasis en la planta de personal.
De hecho, un informe elaborado por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por Federico Sturzenegger, reveló que se eliminaron alrededor de 48.000 empleos en el sector público nacional. Esta medida implicó una reducción del 9,6% en la dotación total y generó un ahorro anual estimado en 1.885 millones de dólares.
A la política de recorte del empleo estatal se suma el avance del plan de privatizaciones y la eliminación del 90% de los fondos fiduciarios, dos aspectos centrales del acuerdo firmado con el FMI en abril.
Justamente, este refuerzo del ajuste fiscal se produce pocos días antes de la llegada a Buenos Aires de una misión del Fondo, que la próxima semana iniciará la primera revisión del programa.
Los números fiscales en 2025
El informe fiscal más reciente, correspondiente al mes de mayo, arrojó un superávit primario de $1.696.917 millones —equivalente a alrededor del 0,2% del PIB— y un superávit financiero de $662.123 millones.
De acuerdo con las estimaciones del ministro Luis Caputo, el resultado acumulado durante los primeros cinco meses del año representa “aproximadamente 0,8% del PBI”, mientras que el superávit financiero se ubica en “0,3% del Producto”. Con siete meses aún por delante, el desafío del Gobierno es duplicar ese saldo positivo para alcanzar la meta del 1,6% hacia fines de 2025.
Por su parte, la consultora Outlier analizó las cifras fiscales y destacó que, en lo que va del año, los ingresos crecieron un 53,9% en términos nominales, pero cayeron un 2,5% en términos reales. En contraste, el gasto primario del sector público no financiero mostró un crecimiento más acelerado: subió un 65% nominal interanual y un 4,6% real, superando ampliamente la evolución de los ingresos.