Por qué bajó la pobreza en Mendoza por tercer año consecutivo: la opinión de los economistas

Se conoció la Encuesta de Condiciones de Vida que realiza la DEIE. Se ubicó en el 40,1%. El bajo nivel educativo influye fuertemente en la población más pobre.

La pobreza bajó en Mendoza pero los niños siguen ocupando una gran porción de la población por debajo de la línea de pobreza e indigencia. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La pobreza bajó en Mendoza pero los niños siguen ocupando una gran porción de la población por debajo de la línea de pobreza e indigencia. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

La pobreza en Mendoza viene en descenso por tercer año consecutivo y se ubicó en el 40,1%. Así se desprende de la Encuesta de Condiciones de Vida que publicó la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) de la provincia.

Para los especialistas, la inflación está a la cabeza de los factores que influyen de manera determinante en los niveles de pobreza e indigencia, mientras que el nivel educativo es el segundo de los aspectos que impactan de lleno.

Al cierre del 2022 “la población aproximada de las zonas urbanas de Mendoza era de 1.445.462 personas distribuidas en 426.682 hogares”.

Los porcentajes muestran que, hacia octubre del año pasado, el 40,1% de la población se encontraba por debajo de la línea de pobreza lo que equivalió al 27,9% de los hogares. Dentro de este conjunto, el 4,9% de la población cayó debajo de la línea de indigencia lo que representó el 3,4% de los hogares.

Los niños los más perjudicados

Al analizar la estructura de edades de la población urbana según la condición de pobreza, el estudio reveló que el mayor porcentaje de pobres (34,9%) se concentró en la población que tiene entre 30 y 64 años. Detrás se ubicó el grupo etario entre 0 y 14 años (34,2%) y después aparecieron las personas entre 15 y 29 años (28%).

En cambio en la población urbana considerada indigente, los niños y preadolescentes fueron los más afectados ya que la mayor incidencia se encontró en el grupo comprendido entre 0 y 14 años (35,3%) y en segundo lugar quedaron las personas entre 30 a 64 años (33%).

Bajo nivel educativo, más pobreza

La Encuesta de Condiciones de Vida que realizó la DEIE también muestra que dentro de la población urbana bajo la línea de pobreza, el 73% de personas tiene un nulo o bajo nivel de educativo

Al realizar el desglose, surge que dentro de la población pobre, el 30,1% no cuenta con instrucción o no culminó la escuela primaria, mientras que aquellas personas que no terminaron el secundario representan el 42,9%.

En tanto, los que alcanzaron un nivel terciario o universitario pero no concluyeron los estudios fueron el 22,6% y solo el 4,1% es pobre pese a que egresó de un terciario o una universidad.

Respecto al nivel de instrucción de la población urbana bajo la línea de pobreza, la encuesta sacó a la luz que las mujeres presentan un nivel educativo más alto que los varones.

El 27,7% de las mujeres pobres han alcanzado el secundario completo o siguieron estudiando en el nivel terciario universitario pero no pudieron concluir la carrera, mientras que en los varones fue el 17,2%.

Lo mismo ocurre entre quienes terminaron una carrera terciaria o universitaria, el 5,4% de las mujeres pobres tienen ese nivel de estudio, y los varones representan el 2,8%.

Necesidades básicas insatisfechas

El estudio que realizó la DEIE para poner blanco sobre negro los índices de pobreza con los que cerró el 2022, también empleó la medición según las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) entre las que se tiene en cuenta: condiciones sanitarias, hacinamiento, asistencia escolar, vivienda, capacidad de subsistencia.

En este caso la diferencia los hogares en la zona urbana y la rural, es importante. En Mendoza el 10,5% de la población que vive en zonas rurales presenta al menos un componente de NBI, mientras que en las zonas urbanas esa cifra desciende al 3,5%.

Lo que iguala a la población urbana con la rural es un ítem que es el que más peso tiene a la hora de realizar el cálculo del indicador: el hacinamiento.

La inflación como el principal generador de pobreza

En la visión de los economistas, afín al gobierno mendocino o se encuadren dentro de la oposición y también independientes, la inflación es la causa principal de la pobreza.

“En Mendoza no escapamos al problema general de la inflación, que es nacional, y es una máquina de generar pobres. Igualmente en la provincia se vino trabajando muy bien en lo que son los programas de fomento al empleo y la producción como Mendoza Activa, Enlace y Enlazados y ese es un escudo contra la pobreza”, afirmó Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía provincial.

Para el especialista que asesora al Gobierno de Rodolfo Suárez, colabora a reducir los índices de pobreza que “también la economía creció post pandemia, 9 puntos en 2021 y 5 puntos en 2022 y es crecimiento es ayuda importante” insistió.

Por su parte, el economista Raúl Mercau afirmó que “la pobreza por ingreso generalmente se considera una pobreza coyuntural. Esto es, una foto de los ingresos en un momento dado, en comparación con el costo de la Canasta Básica Total. En el corto plazo, esto se relaciona con la inflación principalmente y la evolución de los ingresos (tanto personales como familiares). Sin embargo, de persistir en el tiempo, esta pobreza coyuntural se transforma en estructural y tiene implicancias graves en la calidad de vida de las personas en el presente y hacia adelante”, explicó.

El especialista, que también está ligado al PJ, destacó que “lo que muestra la encuesta de la DEIE es que la mayoría de los pobres tienen menos que la secundaria completa. Generalmente educación por debajo del secundario se relaciona con pocas posibilidades de un trabajo estable y por lo general, si se tiene, será informal y de bajos ingresos”.

Por otro lado, Mercau hizo foco en la reducción de la tasa de empleo, lo que implica que “una parte de la población económicamente activa se salió”.

Según su opinión, esa situación se produce por lo que sería el desaliento del desocupado que no puede conseguir trabajo y en segundo término debido a “las pocas oportunidades que ofrece la economía” ya que “si crecemos poco, la demanda por trabajadores cae. Mendoza muestra algunos signos de agotamiento del crecimiento a inicios de 2023″.

Daniel Garro de Value International Group aseguró que “los números lo que muestran es la situación extrema en la que está la pobreza y la indigencia y Mendoza no escapa a la situación general del país”.

“Creo que las provincias más grandes, como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza por ahí podrían tener una pobreza menor si se quedara en esas provincias lo que correspondería recaudar en términos de Producto Bruto Geográfico y eso permitiría, por ejemplo, hacer algún tipo de política tributaria para que se instalen más empresas y se podría tener más empleo, eso sí, hay que bajar el gasto público, igual que en todos lados”, remarcó.

Por último Garro afirmó que “parte de la pobreza de Mendoza que es exógena, por pertenecer a Argentina y a este sistema retrógrado (de coparticipación)” que transfiere recursos desde las jurisdicciones más productivas a las más pobres, y “también hay parte local porque en Mendoza no se baja el gasto y no tiene una política económica propia desde hace mucho tiempo”.

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