Hay energías renovadas en River. La goleada a Vélez, una semana después del triunfo en el Superclásico, confirmó esas sensaciones. El juego empezó a fluir como en los mejores tiempos y hay una mayor confianza que se logró a partir de conseguir resultados y buen funcionamiento en las últimas semanas. Entonces, cabe la pregunta: ¿volvió el equipo de Marcelo Gallardo?
El análisis de Marcelo Gallardo sobre la actualdiad de River Plate
“Estamos en una etapa de consolidación”, afirmó el Muñeco luego del 4-1 a Vélez en el Monumental. Y si bien todavía falta para el pico de rendimiento, el equipo va en vías de crecimiento y ya empieza a tener cosas de los años premium de su primer ciclo. “Seguir construyendo e insistiendo para este momento que nos encuentra con buen funcionamiento y resultados me entusiasma y a la gente también”, agregó el entrenador.
Este River, al igual que los otros tiene en primer lugar la misma idea principal de Gallardo, que es, ni más ni menos que la de asumir el protagonismo de los partidos y atacar constantemente.
River, de a poco, va teniendo más presencia ofensiva. Ya no solo con sus delanteros, sino también con los mediocampistas que están jugando unos metros más adelante y se suman los laterales para dar su aporte. Y hay mejor circulación de pelota. En ese aspecto, fue clave la incorporación del colombiano Kevin Castaño, que puede convertirse en ese volante que River estaba buscando para ser el nexo de las transiciones de defensa a ataque y que le dé volumen de juego de mitad de cancha hacia adelante.
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Facundo Colidio anotó el segundo del Millonario tras enganchar dos veces dentro del área. Golazo.
Gentileza /Los Andes
Hay también, una predisposición que se va marcando hacia tener voracidad y presión alta. No solo para asfixiar al rival, sino también para intentar recuperar la pelota lo más arriba posible. Contra Vélez, se vio un equipo arrollador en el primer tiempo y luego bajó la intensidad. Quizás, lo que le falte ahora sea mantener ese ritmo un tiempo más prolongado durante los partidos.
En lo táctico, “entrar y salir” es otras de las cuestiones que se vienen trabajando y aplicando en los partidos. Es decir, que los delanteros salgan del área para permitir la entrada y llegada de los volantes y laterales. Para ello, Gallardo juega con delanteros que tratan de no dar referencia más allá de ocupar una zona específica, con un “9” como Sebastián Driussi que no es de área. El Gordo, además, se destapó el último mes y está retribuyendo con goles los 11 millones de dólares que pagaron por él.
El golazo de Franco Mastantuono
El golazo de Franco Mastantuono para adelantar a River en el Superclásico
La contundencia y la efectividad era también una virtud del River de Gallardo en el primer ciclo. Y en este segundo capítulo venía siendo un déficit. Pero empezó a repararlo en el último mes, en el que convirtió 11 tantos en 4 encuentros.
En esta segunda parte como entrenador de River, Gallardo apostó mucho por la experiencia (hay jugadores como Armani, Montiel, Martínez Quarta, y Enzo Pérez que se reiteran en las formaciones) pero de a poco empieza a darle lugar a los más jóvenes como antes. De hecho, Franco Mastantuno ya es titular hace un tiempo y le da frescura al equipo como alguna vez se la dieron Julián Álvarez o Exequiel Palacios, por citar algunos casos resonantes de chicos surgidos del club.
Además, el recambio empieza a ser clave como en otras circunstancias. Tiene a Paulo Díaz que puede ser un central titular, a Bustos -a quien está recuperando- en el lateral derecho, variantes en la mitad de la cancha con Meza y Aliendro, a Borja arriba, a Lanzini busca reinventarlo como extremo izquierdo y cuenta con dos históricos que cuando los necesita están firmes, como Casco (en el lateral izquierdo) y Nacho Fernández en el medio.
River Plate - Boca Juniors, por Liga Profesional
River Plate - Boca Juniors, por Liga Profesional
EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
En los momentos más importantes del ciclo Gallardo, el equipo tardó un poco en arrancar pero no tanto como ahora. El primero, el de 2014, se encontró rápidamente y deslumbró en ese semestre en el que fue campeón de la Copa Sudamericana, con eliminación a Boca incluida en semifinales, y subcampeón del torneo local. En 2015, con un formato diferente en la formación y el método de juego, ganó la Copa Libertadores.
El de 2018, que fue campeón de América ganándole la final a Boca en Madrid, tuvo un mal momento al inicio de ese año, en cuanto a rendimiento y resultados pero hizo el clic justamente ante Boca, derrotándolo en la final de la Supercopa Argentina en Mendoza y desde ahí no paró. Y el de 2019 fue el que más brillo tuvo. Llegó a la final de la Copa Libertadores y la perdió en los minutos finales ante Flamengo.
Ahora, el arranque costó más de lo pensado. Es que recién a 9 meses del regreso de Gallardo, River empieza a asemejarse a un equipo del Muñeco.
Nacho Fernández, River.jfif
Nacho Fernández tuvo una gran actuación ante Vélez por el Torneo Apertura de la Liga Profesional 2025.
LOS ANDES
“Cuando tenés convicciones, no te podés confundir. Yo soy el primero que no se puede confundir. No hay que perder el foco por las críticas que intentan hacer daño. Hay que tener siempre equilibrio en la vida. Esto es una locura que va y viene”, afirmó el DT más ganador de la historia de River. Y agregó: “Bienvenidos sean los procesos que nosotros tenemos que soportar para que el equipo empiece a mostrar una cara que a todos nos gusta".