Otro piñazo al corazón del hincha de Boca. Otra desilusión y van. En un abrir y cerrar de ojos, se transformaron los objetivos por completo en la entidad de la Ribera: de la obligación y obsesión de ganar la Copa Libertadores, ahora se pide jugarla. ¡Y no se puede! Insólito.
¿En qué momento momento cambió todo? Es que cambió el fútbol. Y este Boca de la mano de Riquelme, máximo ídolo del club adentro de la cancha (puso de rodillas a Maradona en La Bombonera), es antiguo, insulso. No tiene calidad, ni actitud, ni rebeledía Y eso duele. Por esta razón, por segundo año consecutivo, no jugará la Copa Libertadores.
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Boca, de espaldas al fútbol de su historia. / Gentileza.
Riquleme, el presidente del club tiene injerencia absoluta en el sistema de juego y preparación físicas de los jugadores. Boca con Russo, Battaglia, Ibarra, Almirón, Martínez, Herrón (interino) y Gago, siempre fue un equipo lento, sin explosión, que lateraliza el juego en forma constante. Es predecible en todo sentido. No presiona, marca en zona. Una especie de la vieja escuela del fútbol argentino. Ese sistema de juego que hoy caducó y que se puede observar en los equipos seniors. Es la realidad. Duele, pero el equipo Xeneize dejó de sorprender tanto a nivel local como cruzando las fronteras del país.
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Increíble el gol que erró Cavani, sólo abajo del arco. Boca eliminado. Fracaso rotundo.
¿Sorprende la eliminación de Boca? del Repechaje de la Copa Libertadores
Para nada. Crónica de una debacle anunciada. En Lima, el equipo de Gago mereció perder por tres goles mínimo. Pero, Marchesín, le dio vida. Ese portero que fue una especie de héroe en Perú, fue el mismo que se descartó en una tanda de penales. Absurdo por donde se lo mire o analice. Un cambio ilógico.
Román tiene que volver a foja cero todo. Pedir disculpas y solicitar ayuda. Tolerancia cero. El hincha perdió la paciencia y se animó a faltarle el respeto. Lo mismo que hizo este plantel con la historia del club.