El tercera línea superará el récord de Agustín Creevy y se convertirá en el jugador con más partidos en la historia de la Selección Argentina de rugby. Este sábado, desde las 16.40 en San Juan, el equipo enfrentará a Inglaterra en un duelo en el que Pablo Matera alcanzará su test match número 111.
Pablo Matera está a punto de escribir un nuevo capítulo en la historia del rugby argentino. Este sábado, frente a Inglaterra, el tercera línea alcanzará su test match número 111 con la camiseta de Los Pumas, superando así el récord de 110 presencias que ostentaba Agustín Creevy. A los 31 años, el ex capitán se transforma en el jugador argentino con más partidos disputados en la selección nacional.
El hito no es solo una cuestión de números. Detrás de este logro hay una trayectoria forjada a base de sacrificio, constancia y una notable capacidad de adaptación. Desde su debut en 2013 ante Chile, Matera no solo se mantuvo vigente en la élite durante más de una década, sino que también fue una pieza clave en los distintos ciclos del seleccionado.
Su presencia en tres Copas del Mundo (Inglaterra 2015, Japón 2019 y Francia 2023) es testimonio de su regularidad en el más alto nivel. En dos de ellas, Argentina alcanzó las semifinales, y Matera tuvo un rol determinante tanto en el juego como en la dinámica del grupo.
Más allá de su presencia física en el campo, su aporte como líder también fue fundamental. En varias etapas, llevó la cinta de capitán y supo liderar al equipo en momentos complejos, impulsando una identidad combativa y solidaria en el plantel.
A nivel estadístico, Matera acumula 13 tries con Los Pumas, una cifra significativa para un jugador cuya función principal es el desgaste físico y la recuperación. Además, es el argentino con más test matches jugados frente a los All Blacks, y uno de los cinco que participaron en las tres históricas victorias ante los neozelandeses.
Desde sus inicios en Alumni hasta convertirse en un referente internacional, Matera ha construido un legado que trasciende los récords. Su figura representa los valores del rugby nacional: compromiso, liderazgo y pasión por la camiseta. Hoy, con 111 partidos, alcanza la cima en presencias, pero su impacto va mucho más allá de las estadísticas.