Boca quedó eliminado del Mundial de Clubes tras el empate 1-1 ante Auckland City y este suceso resurgió una vieja teoría que circula en el mundo de la internet, la cual se relaciona al último logro internacional del club: la Copa Libertadores 2007.
El Xeneize quedó eliminado del Mundial de Clubes y resurgió una vieja teoría que data del 2007 e involucra a un brujo colombiano.
Boca quedó eliminado del Mundial de Clubes tras el empate 1-1 ante Auckland City y este suceso resurgió una vieja teoría que circula en el mundo de la internet, la cual se relaciona al último logro internacional del club: la Copa Libertadores 2007.
En aquel año, el Xeneize vivió un momento trascendental en la vuelta de la semifinal, cuando jugó ante Cúcuta Deportivo, en La Bombonera, bajo una intensa neblina que cubrió el estadio. El saldo fue una goleada 3-0 después del 1-3 en Colombia, lo que originó la furia de los hinchas colombianos y un presunto “hechizo” lanzado por la comunidad indígena motilona del Catatumbo, al que muchos llaman la “maldición motilona”.
La noche del 7 de junio de 2007 quedó grabada a fuego en la historia de Boca Juniors y también en la memoria popular del fútbol sudamericano. Aquella semifinal ante Cúcuta Deportivo, jugada en una Bombonera envuelta en una neblina fantasmal, no solo significó una épica clasificación a la final de la Copa Libertadores, sino que para muchos fue el inicio de una maldición que, desde entonces, impide al club de La Ribera volver a levantar un trofeo internacional.
En la ida, jugada en Colombia, Boca cayó 3-1 ante un Cúcuta encendido, por lo que se esperaba un partido de vuelta mucho más intenso. Eso sí, los jugadores colombianos no tenían ni idea que Buenos Aires iba a estar sumida en una bruma cerrada que se concentró en el estadio.
El árbitro uruguayo Roberto Silvera demoró el inicio, lo interrumpió varios minutos y lo reanudó entre protestas del equipo visitante, que alegó condiciones de juego irregulares. Finalmente, los capitanes se pusieron de acuerdo y este partido terminó 3-0 para el Xeneize, con goles de Palermo, Riquelme y Battaglia. Pese a que fue una noche gloriosa, también significó el punto de partida de una narrativa oscura: la llamada “maldición motilona”.
La leyenda y demás versiones, fueron recogidas en medios colombianos como El Tiempo, el cual asegura que miembros de comunidades indígenas del Catatumbo -zona cercana a la zona de Cúcuta- habrían lanzado un hechizo contra Boca, como respuesta a lo que consideraron una injusticia deportiva. Desde entonces, Boca perdió todas las finales de Libertadores que disputó: ante Corinthians (2012), River Plate (2018) y Fluminense (2023).
Por su parte, el defensor Rubén Bustos, protagonista de aquella semifinal, afirmó años después en una entrevista con Caracol Radio que: “Nunca había visto una cancha así. No se veía nada. Ellos estaban acostumbrados, nosotros no”.
Esta leyenda, nutrida de niebla y presuntas brujerías, alimenta un misterio sigue activo 18 años después y que cobra vida cuando el Xeneize debe jugar instancias decisivas de un torneo internacional.
La realidad del Cúcuta Deportivo es bien distinta a la de principios de siglo, ya que actualmente disputa la Categoría Primera B, el segundo nivel del sistema de ligas del fútbol colombiano.
Lo cierto es que, a comienzos de la presente década, el club pasó por un periodo de deudas y hasta fue desafiliado por 19 meses del sistema de ligas colombianos, regresando en 2022 a la segunda división, donde se mantiene actualmente.