Independiente Rivadavia eliminó a Platense, campeón actual del futbol argentino, de la Copa Argentina y se metió por primera vez en octavos de final.
Platense - Independiente Rivadavia, por la Copa Argentina
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CAP Independiente Rivadavia fue superior a Platense, pero sufrió más de la cuenta para eliminarlo en los 16avos de final de la Copa Argentina. Estuvo dos veces arriba en el marcador, y debió liquidarlo en los penales, donde Ezequiel Centurión fue figura.
La Lepra no respetó la estrella obtenida por el Calamar, y salió a jugarle de igual a igual sin pensar en que se trata del flamante campeón del fútbol argentino. De todas formas, también es cierto que ayudó mucho lo sucedido a los 8’, cuando se puso en ventaja tras una mano infantil de Tomás Silva en el área, que Sebastián Villa canjeó por gol.
Luego de esa acción, el Azul se mostró mejor plantado, y se acercó al segundo por el aporte de Fabrizio Sartori. Primero salió hacia el costado para dejarle el hueco a Ortega, que tiró un centro pasado y posibilitó el remate desviado de Cardillo. Luego, el propio Sartori buscó a Villa, y no lo encontró de casualidad en un centro rasante.
A partir de allí el trámite entró en un pozo, y ninguno de los dos mostró claridad para lastimar a su contrincante. Los minutos fueron pasando con mucha pierna fuerte y pocas posibilidades, hasta que en el cierre del primer tiempo llegó la igualdad.
Un tiro de esquina cayó sobre el primer palo, Leonel Picco intentó definir sin éxito de forma poco ortodoxa, y luego de una serie de rebotes finalmente pudo mandarla a guardar para el 1 a 1.
El segundo tiempo comenzó con la misma tónica que la etapa inicial. La Lepra mejor plantado y despierto, complicando al campeón. Al minuto avisó con Fabrizio Sartori, que presionó y ganó ante la defensa Calamar, pero no pudo vencer a Cozzani en el mano a mano.
Mejor en el manejo del balón, parecía que Independiente estaba más cerca del segundo. Lo obtuvo a los 10', en una buena acción colectiva que finalizó con un centro de Thomas Ortega y el cabezazo letal de Kevin Retamar.
El segundo gol de los de Berti rompió el trámite. Platense tuvo que ir a buscarlo con más presencia de sus futbolistas en campo contrario, y comenzó a dejar muchos espacios en su propio sector. Así, la Lepra aprovechó y estuvo a punto de liquidarlo con un anticipo de Ortega que cruzó toda la línea, y un mano a mano de Amarfil que tapó el arquero.
Sobre 30’, esto generó una de las máximas del fútbol: los goles que no se hacen en un arco, se sufren en el propio. Cuando peor la pasaba el Marrón, Cardillo movió dentro del área a Salomón, y el árbitro cobró penal. Guido Mainero no se puso nervioso y empató el duelo.
El cierre del encuentro fue entretenido, aunque ninguno de los dos encontró la justeza para ganarlo. De esa manera, el vencedor se definió por penales. Allí, la figura de Ezequiel Centurión se agigantó, tapando dos ejecuciones (Vázquez y Mainero), para llevar tranquilidad a sus compañeros, que cerraron un 3 a 1 más que sufrido desde los doce pasos.
Ahora Independiente Rivadavia se metió por primera vez en su historia en octavos de final de la Copa Argentina, donde se medirá con Central Córdoba de Rosario, que eliminó a Gimnasia y Esgrima de La Plata.
